Raymond J. Wennier

Veo a Osvaldo, joven de 17 años de edad que no está inscrito en el Instituto de la cabecera departamental, deambulando alrededor del parque durante las horas hábiles escolares. Realmente, ¿en qué está pensando? Escogí ese nombre porque desafortunadamente así se llama un joven vagabundo que conocí.

¿Cuántos intentos ha hecho para conseguir trabajo? Las respuestas a su búsqueda, le han dado a entender que no tiene las habilidades necesarias para lograr un empleo, ni siquiera regular.

Veamos, ¿qué ventajas tendría Osvaldo si estuviera estudiando? Sus papás no tuvieron la posibilidad de hacerlo e hicieron el esfuerzo de inscribir a Osvaldo en primaria; él la terminó, pero no quiso continuar. Ahora sus necesidades educativas son poder llenar la brecha que lo separa de otros jóvenes que sí continuaron estudiando y su integración física a un grupo es esencial. ¿Cómo puede Osvaldo llenar esa brecha de los años escolares que lo separa del grupo que si continuó estudiando?

Pienso que los institutos de secundaria deberían dar la oportunidad a muchos de los Osvaldos que desean terminar sus estudios, y llenar esa brecha, sin tener que ingresar a un grupo de edad muy diferente a la de ellos para que puedan “nivelar” sus estudios. A Osvaldo le faltan ciertos conocimientos previos; sin embargo, tiene otros que miembros de su grupo no han tenido. Es posible que el desarrollo del vocabulario no esté al nivel que los maestros quisieran porque no ha tenido las experiencias necesarias para enriquecerlo. La falta en las áreas de conocimiento puede ser superada si él y sus maestros tienen la actitud de “sí puedo-sí puede”.

El siguiente punto es un “mind set” de crecimiento; que Osvaldo sea consciente de que sí es capaz de mejorar. Ese es el papel del maestro, ayudar a sus alumnos a tener éxito.

Definitivamente para lograr el éxito, Osvaldo tendrá que tener “grit”, resiliencia y persistencia a largo plazo, superar los obstáculos que encontrará en el camino pero, el maestro es el guía que animará a seguir adelante.

La habilidad más importante que Osvaldo tendrá que trabajar es saber hacer buenas preguntas para estimular su pensamiento crítico y creativo. Preguntar le ayudará, inclusive, a actualizarse en diferentes áreas de “Diseño temático”. Las habilidades más altas de pensamiento le servirán sin que importe la ocupación que escoja en el futuro.

El personal del instituto reconocerá las distintas culturas existentes entre los estudiantes. Osvaldo sí tiene su propia cultura, es lo que cree, lo que piensa, su comportamiento, las experiencias derivadas de ese comportamiento para él mismo y para con los demás.

Osvaldo debe asistir a un instituto y poder practicar los puntos de que hemos hablado. Actualmente, el uso de la tecnología “blending”, le cae como anillo al dedo. El instituto tendrá un centro de investigación que le permita a tener las mismas oportunidades que tienen sus compañeros que poseen su propio equipo digital.

Para ayudar, el Director organizará opciones para que los alumnos puedan trabajar unas horas a la semana para colaborar con los gastos de su casa. Apuesto, habrá muchos jóvenes inscritos en los institutos de educación media.

Osvaldo ya no estaría caminando sin sentido y sin norte alrededor del parque.

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