Roberto Arias

No cabe la mínima duda de que Álvaro Arzú Irigoyen hace muchos años se convirtió o lo convirtieron en un poder fáctico per se. Este es un fenómeno psicosocial un poco complicado aún para los profesionales que estudian y profesan esas ciencias. Quedó, una vez más, irrebatiblemente plasmado el monstruoso poder que ejercen los poderes fácticos sobre la institucionalidad de la República y sobre las instituciones individuales, tal el caso del ejercicio del Poder Judicial en Guatemala. Por cooptación soban la cara impunemente a la ciudadanía y todo queda en un chascarrillo.

El 9 de junio de 2016 el alcalde Álvaro Arzú indujo a vecinos de la Plaza El Amate a tomar la ley en sus propias manos, lo cual la población ha visto en un vídeo exhibido mayormente en redes sociales, en el cual el patán Alcalde dice lo siguiente, palabra por palabra:

“Pero ojo, también se nos están metiendo allí otros. Entonces, si la Policía Municipal los saca a garrotazos, es violación de los derechos humanos. Pero si lo hacen ustedes mismos, allí parte sin novedad. Entonces les voy a dar unos sus leños de este tamaño y un chaleco de la Muni. Para que los vayan a sacar a morongazos”.

El video fue tomado durante el aniversario de El Amate, construido por la municipalidad para trasladar a los vendedores que el mismo Arzú mantuvo sobre la 6ª. avenida, mientras se degradaba esa principal arteria y detrás toda la zona 1; con la finalidad de quedarse a precio de ganga, él y sus amos dueños del gran capital en Guatemala, con cientos de casas y edificios en la zona, según medios internacionales.

Los nuevos vendedores de La Sexta siguieron instrucciones de Arzú y se dieron a garrotazos, pero con la misma Municipalidad, quien trataba de expulsarlos de la Plaza. Los múltiples abusos de Arzú no son muy publicitados por la mayoría de los medios.

Lo más triste de esta historieta es que la población se queda impertérrita… inalterable, incluyendo a la mayoría de medios de comunicación, quienes simplemente hacen un breve y minimizador comentario y todo sigue igual… sigue la broma exaltando “las buenas obras municipales”. Hay canales de televisión que toman temas hasta el hastío, con la intención de desviar la atención hacia los asuntos de Nota Roja y de los “deportes”, para que los asuntos serios… estructurales pasen desapercibidos. ¿Por qué será?

En unas seis oportunidades el Alcalde se negó a llegar a los tribunales que llevaban su caso, arguyendo a través de sus abogados que aún se encontraban resoluciones pendientes en instancias penales. Incluida la resolución final de una acción interpuesta ante la Corte de Constitucionalidad, en la que ésta declaró sin lugar esa petición, con la que buscaba reprender las acciones de la juez (dejarlo como está) indagadora Silvia Morales.

El caso judicial de Arzú es un tema estructural, debido a que por años este tipo ha propiciado la desestructuración de la República de Guatemala con sorprendente impunidad. Las resoluciones de algunos jueces y magistrados venales dejan en vilo al verdadero fin del Derecho y la Justicia.

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