Roberto Arias

Creo que la minería sí debe realizarse por el bien económico de Guatemala, aunque en la actualidad se lleva a cabo por el bien económico de las compañías mineras y de quienes reciben las permanentes mordidas millonarias, léase Álvaro Arzú y testaferros. Si los países desarrollados hubiesen trabajado la Revolución Industrial robando desde 1840, jamás se hubieran desarrollado. Pero visto es que la maña, el engaño, la mordida… ya es costumbre cuasi-genética en Guatemala. Genética que debemos erradicar aplicando con fuerza la «nueva ley».

La minería se fundamenta realmente, no en la búsqueda de plomo, galena, óxido de hierro o arcilla. El verdadero fundamento es la plata y el oro. Los materiales utilizados en la industria son cuantitativamente pocos comparado con la avidez de los metales y piedras preciosas que fortalecen y solidifican únicamente las economías de los extractores nacionales y extranjeros.

Definitivamente no robustecen la enorme necesidad del fortalecimiento económico y financiero que Guatemala necesita de urgencia para desarrollarse. Por eso la gente vive pensando en «el sueño americano», cuando aquí, en un país tan bello y tan rico como Guatemala, no deberíamos estar soñando como los «americanos», sino desarrollando nuestro propio futuro en un país donde debería haber estudio y trabajo a granel, muy bien pagado, con los millones de dólares anuales que salen de contrabando en plata y oro, mientras los chapines preocupados discuten si a Messi le suda más el pie derecho o el izquierdo.

Es indispensable que Jimmy Morales ponga el dedo sobre esta dolorosa llaga de robo y estafa a nuestro pueblo. Aún no sabemos cómo fiscalizan lo que sale de productos mineros de Guatemala y, además, deben renegociarse los contratos para que ya no persista el 1% de la cabronada del Arzú y del resto de esa clica; a menos que a Jimmy también lo hayan arrastrado a la jugada. Ojalá no.

Hágase notar que no peleamos con los mineros, únicamente les pedimos lo correcto: Claridad y rendición pública de cuentas, adicionalmente a la Comunicación constante con la ciudadanía y especialmente con sus comunidades aledañas. Eso sería el puente vinculante que evitará muertes y serios conflictos que a ciencia cierta ocurrirán a muy corto plazo si la situación actual, amplificada, persiste.

Por el contrario, si las mineras se abrieran, para dar a conocer sus instalaciones y sus sistemas de trabajo, como lo hizo Basic Resources, podría conocerse in situ la otra cara de la moneda.

Así fue como vi personalmente cómo Basic había, efectivamente, importado material que se comía -eliminaba- las moléculas del petróleo derramado por accidentes que ocurren en esas industrias y también vi la verdad sobre otras falsedades que se le endilgaban a la petrolera. Así pude publicarlo en esta tribuna del Diario La Hora en su momento. Diario La Hora es leído por las esferas más intelectuales de Guatemala.

Guatemala sería un aporte riquísimo al mundo si le permiten desarrollarse. Debemos eliminar de tajo la corrupción… con leyes ad hoc.

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