La visita del Fiscal General de Estados Unidos, Jeff Sessions, a El Salvador para reunirse con sus homólogos del Triángulo Norte de Centroamérica, viene a remarcar la importancia que para el país del norte tiene los temas de avance en el combate a la criminalidad y el fortalecimiento del Estado de derecho.
Esta visita tiene mucha importancia porque desde hace algunos meses se ha mencionado que es una prioridad el tema de pandillas juveniles que tiene que ser atendido con la energía correspondiente al imperio de la ley, pero no podemos dejar de mencionar que somos sociedades que no generan oportunidades para la juventud y, en general, para sus ciudadanos.
Es importante reconocer que un Estado con poder de coerción no basta a ninguna sociedad para garantizar la eficiente convivencia entre sus ciudadanos. Junto a ello deben incluirse políticas de satisfacción, aspiración e impulso para que cada individuo pueda generarse sus oportunidades en un sistema nivelado que permita obtener resultados por medio del trabajo honrado. Es ridículo pensar que se terminará con un tema como el de las pandillas juveniles cuando no existen oportunidades dentro de la legalidad para que los jóvenes tengan, al menos, que pensar cuál camino tomar.
Por supuesto que es necesario mantener la lucha contra las extorsiones, el sicariato y todas las demás prácticas criminales de estos grupos de criminalidad organizada que mantienen de rodillas a la población. La certeza del castigo tiene que ser una de las herramientas para esa toma de decisión sobre el mejor camino a tomar. Pero tenemos que ser capaces de proporcionar otras opciones. En Guatemala hemos visto que se han desarrollado operativos de gran alcance para desarticular estructuras completas de pandillas juveniles. El problema es que van a un Sistema Penitenciario que por el abandono histórico les permite seguir en las prácticas ilícitas mientras la sociedad nutre de potenciales nuevos miembros por la cultura de la violencia, la impunidad y la falta de oportunidades.
Es por ello que tan importante como seguir avanzando en las políticas para el combate de la criminalidad, que en este caso se refleja en la juventud, es la implementación de una política de Estado para eliminar la capacidad de reclutamiento de las pandillas por medio de generación de oportunidades.
La visita del fiscal Sessions debe ser tomada como una muestra de la importancia que estos temas tienen para Estados Unidos. De nuestra parte tendría que ser para ratificar nuestro compromiso de perseguir el delito con una llamada de atención para generar oportunidades de desarrollo con modelos nuevos.







