Edith González

Las enfermedades son los intereses que se pagan por los placeres.
John Ray

El 28 de julio fue establecido por la OMS, para crear conciencia sobre las hepatitis virales, así como la difusión de conocimientos sobre ellas. Por lo que insta a las organizaciones de salud a realizar  jornadas para brindar oportunidad a la población de centrar la atención en medidas específicas, como fortalecer los programas de prevención y control de las hepatitis virales y las enfermedades relacionadas con el VIH-sida; ampliar la cobertura de vacunación contra la hepatitis B y su integración en los programas nacionales de inmunización, es una infección vírica del hígado que se transmite por contacto con la sangre u otros líquidos corporales de una persona infectada.

En 2015, ocasionó 887 mil muertes, debido a sus complicaciones, como la cirrosis y el cáncer hepático. Representa un importante riesgo laboral para los profesionales sanitarios, pese a que es prevenible con la vacuna actualmente disponible, desde 1982 la que presenta una eficacia del 95% en la prevención de la infección y que debería ser aplicada por el Ministerio de Salud Pública, especialmente a bomberos, enfermeros, paramédicos y médicos.

Lo delicado de esta enfermedad es que el virus de la hepatitis B puede sobrevivir fuera del organismo por lo menos siete días y en ese periodo todavía puede causar infección si penetra en el organismo de una persona no protegida por la vacuna. El periodo medio de incubación de la hepatitis B es de 75 días, pero puede oscilar entre 30 y 180 días. El virus, que puede detectarse entre 30 y 60 días después de la infección, puede persistir y dar lugar a una hepatitis B crónica.

Puede transmitirse de la madre al niño durante el parto o de un niño infectado a un niño sano durante los primeros cinco años de vida. La aparición de infección crónica es muy común en los lactantes infectados a través de su madre o antes de los 5 años de edad.

También se transmite por exposición percutánea o de las mucosas a sangre o diferentes líquidos corporales infectados, así como a través de la saliva y otros líquidos, igualmente por vía sexual, especialmente en el caso de hombres sin vacunar que mantienen relaciones sexuales con hombres y de personas heterosexuales con múltiples parejas sexuales o que tienen contacto con profesionales del sexo, puede transmitirse con la reutilización de agujas y jeringas bien en entornos sanitarios o entre consumidores de drogas inyectables. Además, puede producirse la infección durante procedimientos médicos, quirúrgicos y dentales, la aplicación de tatuajes o mediante el uso de cuchillas de afeitar y objetos similares contaminados con sangre infectada. Las personas que acuden a gimnasios deben tener cuidado con la limpieza.

Entre los síntomas de la hepatitis B están: coloración amarillenta de la piel y los ojos, orina oscura, fatiga extrema, náusea, vómitos y dolor abdominal. Si los presenta acuda al médico inmediatamente parta evitar complicaciones y contagios a las personas cercanas, si fuera el caso.

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