Oscar Clemente Marroquín
ocmarroq@lahora.com.gt

En febrero, antes de pagar los impuestos de circulación de vehículos de la empresa, se revisó en la página de la Municipalidad de Guatemala si existían multas pendientes de pago y el resultado fue en todos los casos negativo. Ahora, luego de que la misma comuna notificó que a partir del mes que entra empezarán a inmovilizar los automóviles que tengan multas pendientes, se volvió a hacer la misma revisión para evitar cualquier tipo de contratiempo y nos topamos con la enorme sorpresa que dos de los autos que estaban limpios en febrero, tienen ahora multas supuestamente impuestas en agosto y diciembre del año pasado.

Y como se trata de multas impuestas en teoría porque mediante el uso de radares se detectó que los autos iban arriba del límite de velocidad, no es fácil desvirtuarlas porque, de todos modos, el reclamo se tendría que hacer ante el Juzgado de Asuntos Municipales donde las resoluciones nunca van en contra de los intereses de las autoridades.

Da la sensación que en la Municipalidad necesitan más ingresos, tal vez para pagar a los abogados que tendrán que hacerse cargo de la defensa de las autoridades que se embarraron con el Transurbano, y que por ello se están aplicando sanciones pecuniarias que aparecen misteriosamente. Y hay que recomendar a la gente que mensualmente verifique en la página de la Municipalidad si tienen multas de tránsito y que se impriman las hojas en las que consta que no hay ninguna, porque resulta que muchos meses después milagrosamente aparecen fuertes multas que resulta imposible desvirtuar.

A partir del próximo mes empezará un operativo en gran escala para detener automovilistas que tienen multas pendientes y los agentes de la Policía Municipal de Tránsito llevarán los dispositivos para cobrar en el mismo lugar las multas recibiendo el pago mediante tarjetas de débito o de crédito. El automovilista, ante la decisión de que su vehículo será inmovilizado y enviado a un predio municipal, sacará velozmente su instrumento de pago para limpiar las multas en lo que constituye una forma de coacción indudablemente.

En otros países funciona el sistema de multas por exceso de velocidad captada por radares, pero se adjuntan siempre fotos de los vehículos infractores y se notifica de la multa de manera inmediata, sin esperar a que pasen varios meses para “subir a la red” la supuesta infracción. Además, tienen autoridades sometidas a la ley y Dios guarde si cometen un abuso. Aquí el Alcalde puede hacer lo que le venga en gana sin rendirle cuentas absolutamente a nadie.

Y creo que es un avance el que se disponga en Guatemala de métodos eficientes para mantener el control de la velocidad de los vehículos sabiendo que los abusos en esa materia son peligrosos y cuestan vidas. Pero lo que necesitamos es absoluta transparencia porque resulta muy fácil colgar meses después multas que no aparecían ni siquiera seis meses después de la supuesta infracción.

No queda otra que pagar porque, repito, la Municipalidad tiene el poder de detener los vehículos y enviarlos a un depósito si tienen multa pendiente. Pero una forma de prevenir los abusos es revisar mensualmente el reporte de cada vehículo para tener constancias que demuestren el manoseo que se hace.

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