Roberto Arias
El Diario La Hora del 03-07-´17 en página 2 publicó una nota sobre la licencia minera suspendida en La Puya y el temor que tienen los pobladores de San Pedro Ayampuc y San José del Golfo por una resolución sorprendente, desconcertante y traicionera, similar a la del caso de las hidroeléctricas Oxec y Oxec II en Alta Verapaz, emitida por la Corte de Constitucionalidad de la República de Guatemala. La CC una vez más dio pruebas de la existencia real de los poderes fácticos que le presionan para favorecer los trinquetes del capital guatemalteco fusionado con el macro-capital transnacional.
Originalmente la CC dictaminó la suspensión temporal del proyecto Oxec, que involucra las hidroeléctricas: Oxec I y II, el 17 de febrero de 2017. El dictamen dio seguimiento a la resolución de noviembre de 2016, cuando la Corte Suprema de Justicia (CSJ) suspendió las operaciones de ambas hidroeléctricas… por transgresiones al Convenio 169 internacional de OIT; luego, al amparo otorgado por la CSJ, el 4 de enero de 2017, que se dio a favor de los residentes del municipio de Santa María Cahabón, Alta Verapaz, quienes se oponen técnica y legalmente a su construcción, porque no se realizó consulta comunitaria alguna. Los dictámenes temporales confirman que no hubo consulta comunitaria, y ordenan al Ministerio de Energía y Minas (MEM) a realizarla.
Pero un día viernes en la noche, 26-05-´17, la CC dio a conocer, por unanimidad, que quedaba autorizado el proyecto hidroeléctrico Oxec por un año, prorrogable, y al unísono revalidó el amparo que dio lugar a exigirle al Estado cumplir con la realización de la Consulta a los pobladores.
Por medio de este corrupto sistema entre la mafia político-gubernamental y la mafia «empresarial» fusionadas para el total saqueo de Guatemala a sangre y fuego, este país ha perdido el poco respeto que pudo haber tenido ante la comunidad internacional, especialmente cuando el sátrapa de Álvaro Arzú Irigoyen, siendo desgraciadamente presidente de Guatemala, sin pudor se bajó los pantalones ante el capital nacional y transnacional y decretó que las operaciones mineras pagarían únicamente el uno por ciento (1%) del producto de la minería que se llevaran de Guatemala, recibiendo él y sus compinches miles de millones de dólares en mordidas permanentes, mientras la población guatemalteca se revuelca entre la pobreza y el hambre ancestral derivada de mantener los sistemas socioeconómicos medioevales españoles que ubican a «los privilegiados» y al capital por encima de la sociedad o lo social.
No cabe la mínima duda de que la minería tiene qué desarrollarse en el mundo entero, en la virtud de que todos los elementos que utiliza la humanidad para sobrevivir en las civilizaciones que ha creado a través de los siglos, obviamente no vienen de Marte o de Júpiter. Todo material utilizado pertenece y ha sido extraído de La Tierra.
Sí a la minería, pero con profundo respeto a la ley, a las comunidades aledañas y al equilibrio ganancial para los habitantes de la República de Guatemala y su desarrollo.