Carlos Soto Pineda

Mientras mayores sean las posibilidades de poder ejercer los derechos individuales, mayor será la LIBERTAD en la que se viva; mientras más grande sea la fuerza social que proteja mis DERECHOS y me EDUQUE para RESPETAR los ajenos, mayor será la DEMOCRACIA del entorno dentro del cual viva, actúe y me desarrolle.

Libertad para gozar de los derechos que como ser humano me reconocen y garantizan la Constitución Política de la República, la legislación nacional e internacional, libertad para -con RESPONSABILIDAD- llevar a cabo acciones o expresar aquello que pienso y anhelo, libertad para recibir –en forma veraz, imparcial y sin censura previa alguna– toda aquella información que necesite para mi superación y formación integral.

Hace aproximadamente más de dos mil quinientos años de aquel «Amaos los unos a los otros» que a juicio de algunas personas constituye la mejor definición de los Derechos Humanos, ya ciertas legislaciones como la Griega, regulaba los derechos que su población podía gozar; pero con la salvedad que no TODA su población sino sola la privilegiada.

Esa dicotomía, personas con derechos-personas sin derechos persiste hasta nuestros días en sociedades como la nuestra –mercantilista, hipócrita y de doble rasero– donde se sucumbe al entronizamiento de la globalización no sólo económica sino de la estupidez, del consumismo y la ignorancia rayana casi en el cretinismo.

Resulta irónico –por decir lo menos y lo editorialmente correcto– que en esta época de las nuevas tecnologías de la información y comunicación (NTIC’s), de las redes sociales, de la expansión y difusión de la «información» en tiempo real… en segundos…»en un clic»(sic)…en la que se promociona, se promueve la vigencia y respeto de los derechos humanos, sea cuando más personas se ven en condiciones de irrespeto a los mismos, sobreexplotados, sometidos a vejámenes, a la «ignorancia mediática», cultural soez y al linchamiento en las redes por expresar su inconformidad y rechazo ante el accionar delincuencial de ciertas personas que «amparadas» en la supuesta «auto defensa» quieran tomar la «justicia en sus manos» y anhelen llevar a la práctica o ejecuten la «Ley del Talión»… ignorando que si se acciona» ojo por ojo, diente por diente»… en algún momento todos quedaremos o tuertos o «cholcos».

Ahora que está por finalizar el período del actual Procurador de los Derechos Humanos, y que se cierne sobre la institución la posible elección de personajes ligados a los poderes fácticos de antaño y dependientes de las superestructuras empresariales oligárquicas que incitan y apoyan la “limpieza social”, y se viralizan cortinas de humo como los “motines” dirigidos –orquestados– es cuando más se debe concientizar a la sociedad sobre la necesidad de proteger y promover los derechos humanos en todos los órdenes de la actividad social… así se logrará evitar  más reacciones Jabesianas y atropellos –literales– a los derechos fundamentales de los Guatemaltecos…

No vayan a creer que es marcador de partido de futbol, ni número de seguidores, o «laiks»-likes-«Gugleen» Juan 13:34, 13:35, 3:11, 15:17, y a pesar de que no los hayan amado… Juan 15:12 y aunque suene a equipo de futbol… Gálatas 5:14.

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