Edith González

Esta mañana escuchaba por la radio leer el libro 12 pasos para educar a un hijo. La lectura hacía referencia a la formación de la responsabilidad, según el texto y los principios de la psicología infantil deben inculcarse desde la infancia en tareas pequeñas y aumentarse con la edad.

Explicaba el autor que si bien debe respaldarse a los hijos y compartir con ellos sus triunfos; no es prudente alabar cada pequeño resultado positivo, porque eso da paso a crear hijos soberbios.

Me pareció interesante, especialmente ahora que se estudia el fenómeno de la formación de la nueva sociedad en que vivimos, con sus propios valores y principios, distintos a los que obtuvimos las personas que nacimos en el siglo pasado.

Pues la tecnología y sus adelantos en la comunicación, unidos a parámetros permisivos en el área educativa, familiar como escolar dieron paso a nuevas formas de conducta de los niños, hoy jóvenes, que conforman en la actualidad el mayor núcleo de mano de obra, formadores de las nuevas familias, acreedores de préstamos, hipotecas y alquileres, pero también tomadores de decisiones sobre la vida de otras personas.

Un caso, el del joven Meda, quien decidió que mantener su empleo era más importante que la vida de las adolescentes, y todos conocemos el resultado y qué decir de los pandilleros y extorsionistas que no pasan de 30 años.

Y por supuesto, la irreflexiva decisión de Mimi, una menor de 15 años, al prenderle fuego a los colchones en un área cerrada del Hogar Virgen de la Asunción, provocando la muerte de 40 compañeras y la de ella misma.

Sin faltar la total crasa irresponsabilidad de la subinspectora de la PNC que tenía la llave donde estaban resguardadas las 56 niñas el 8 de marzo y de quien “el Ministerio Público describió que la Subinspectora de Policía Nacional Civil (PNC), Lucinda Eva Marina Marroquín Carrillo, encargada de la llave de la habitación donde murieron calcinadas las adolescentes del Hogar Seguro, habría expresado sobre las menores en el momento del fuego: ‘que se quemen esas hijas de la gran p…, como fueron buenas para fugarse, quiero ver que sean tan fibrudas para salirse’”.

“La fiscal dio a conocer que la expresión que habría dicho Marroquín fue obtenida por el testimonio de dos monitoras del centro, que aseguran haberle dicho a la encargada de la llave ‘¡jefa, las niñas se están quemando!’” (Soy 502)

Sin embargo, días después ella indicó que encontró la llave tirada y la guardó como prueba y su jefe, el director de la policía Nery Ramos Ramos, sin investigar y de manera irresponsable la llamó heroína.

Por lo que la subinspectora de la policía, Marroquín Carrillo, responsable de no abrir la puerta y quien pudo evitar la muerte de las 41 menores ahora quiere creérselo y se hace llamar la heroína de la jornada.

Diputados opositores aprovechándose de la situación buscaron desestabilizar al país y echarle la culpa al Presidente; como si no fuera suficiente que las autoridades de SOSEP estén detenidas e inculpadas por la pésima decisión y peor actuación de la antiheroína Lucinda Eva Marina Marroquín Carrillo.

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