Claudia Escobar. PhD.
claudiaescobarm@alumni.harvard.edu

Recientemente tuve la oportunidad de conocer y compartir con cuatro personas extraordinarias que en sus respectivas comunidades han levantado la voz contra la corrupción gubernamental.

Denis Bihus, el más joven de los galardonados en 2017 con el Democracy Award, es un periodista investigativo que lidera un grupo de periodistas de investigación en Ucrania conocido como “TOM 14”. Además, dirige un programa televisivo de gran audiencia, llamado “Nashi Hroshi” (Nuestro Dinero). Dicho programa ha sido reconocido con múltiples premios internacionales, por ser líder en la denuncia de casos de corrupción de altos funcionarios públicos. En el año 2015 el presidente ucraniano Víktor Yanukóvich fue derrocado tras un escándalo de corrupción. En un intento por ocultar las pruebas de sus crímenes, destruyó miles de documentos. El equipo liderado por Denis, apoyado por cientos de voluntarios, rescató los documentos despedazados y al unirlos presentaron las pruebas de las actividades delictivas de Yanukóvich. El periodista ucraniano, es de pocas palabras, pero sus expresiones faciales dejan claro que aborrece la corrupción.

Rafael Marques de Morais, es también un destacado periodista investigativo, su trabajo es ampliamente reconocido a nivel mundial. A través de la organización “Maka Angola” se ha dedicado a exponer la corrupción, la impunidad y la violación sistemática de los derechos humanos en su país, por lo que ha sufrido encarcelamiento y persecución en múltiples oportunidades. Pero él no se deja amedrentar; la primera vez que lo detuvieron, fue por publicar un artículo en que retrataba al presidente angoleño, José Eduardo dos Santos como dictador y corrupto. En el libro “Diamantes de Sangre” describe en detalle la situación atroz en la industria diamantífera. También realizó una investigación sobre cómo, a través de decretos oficiales y saqueos estatales, el presidente angoleño convirtió a su hija en multimillonaria. Rafael, un hombre sencillo y de trato cordial, no cesa en su esfuerzo por exponer la corrupción en su país.

Cynthia Gabriel es una mujer de apariencia frágil, pero ante la corrupción no se doblega. Fundó el “Centro para Combatir la Corrupción y el Cronismo” en Malasia; organización que promueve la gobernanza y a través de la cual dirige un proyecto multifacético diseñado para combatir la corrupción. Cynthia ha expuesto casos de corrupción a gran escala, en los que están involucrados los más altos funcionarios del gobierno. Además, ha rastreado los bienes adquiridos en el extranjero, con el dinero de la corrupción y actualmente dirige un proceso legal que pretende que en Estados Unidos se declare la ilegalidad de dichas adquisiciones y se devuelva el dinero robado.

Khalil Parsa es un líder anticorrupción en Afganistán. Dirige la “Organización de Apoyo a la Sociedad Civil Afgana”; entidad que promueve el buen gobierno y la rendición de cuentas en la provincia de Herat. A través de iniciativas innovadoras, Khalil moviliza a los ciudadanos y los alienta a participar activamente en la denuncia y el combate a la corrupción gubernamental. Debido a su trabajo, fue víctima de un intento de asesinato en octubre de 2016, del cual sobrevivió. Su esposa es también un activista, defensor de los derechos humanos en Afganistán.

Denis, Rafael, Cynthia y Khalil trabajan en contextos complejos; donde el hecho de denunciar públicamente los actos de corrupción de los funcionarios públicos, conlleva riesgos. Sin embargo, son ellos un ejemplo de que los ciudadanos comprometidos por la defensa de la legalidad y la justicia, pueden contribuir a erradicar la corrupción que oprime a millones de seres humanos en el mundo.

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