Carlos Soto Pineda

Analfabeta no es solo la persona que carece de la capacidad de lectura y escritura, existen los -analfabet@s- funcionales, quienes a pesar de saber leer y escribir son incapaces de utilizar esa capacidad (lecto – escritora) y la matemática (cálculo), de forma funcional o eficiente en su desenvolvimiento cotidiano.

Una mente crítica debe saber descifrar los mensajes que lee, oye, -que recibe- el contexto en que éstos se envían o desarrollan y así entenderlos; para lograr esto debe tener, no sólo conocimientos fundamentados en el análisis y comprobación científica sino la actualización y el ejercicio neuronal constantes así como el estudio «juicioso» de los acontecimientos socioeconómicos básicos, generales y de diversa índole de su entorno.

En Guatemala existen 14 universidades privadas autorizadas para impartir educación superior -siendo la rectora de éstas la universidad pública, la Universidad de San Carlos de Guatemala- algunas cuya oferta académica es «variopinta», lo cual no es referente de calidad formativa ni mucho menos de «excelencia educativa».

Muchos individuos ostentan grados de educación superior, postgrados y hasta doctorados pero ello en algunos casos no es indicativo de su capacidad de procesamiento de información ni acorde a su desempeño ni ejercicio profesional.

Un ejemplo clarísimo del grado generalizado de analfabetismo funcional se ve en las redes sociales y en los autoproclamados «analistas» de televisión quienes leen la «noticia», que aparenta ser más un guion preparado que una nota informativa, derivada intencionalmente de las mismas fuentes con el fin de manipular a la población e inducirla a la ignorancia y a utilizar su aspecto emocional -visceral- anulando o soslayando el racional.

Las cadenas oligárquicas, monopólicas de la «información» apostaron a reclutar presentadores jóvenes carentes de memoria histórica y deformados con el «adoctrinamiento» libertario de la cantera neoliberal tradicional (fundada en 1,971) y sus satélites neopentecostales.

En la universidad estatal (Universidad de San Carlos de Guatemala), -en mis tiempos de imberbe estudiante-, el doctor Gómez en la cátedra de Ciencias Clínicas nos repetía la máxima de «¡todo órgano que no se usa se atrofia!»… El cerebro es un órgano, la capacidad de análisis y síntesis una función y actividad primordial.

Sigamos deformando (aberrando) la comunicación «sumámonos y «sumémonos» en el (feis), «continuemos mandándonoslo» (sic) por (Whats) …pegámelo en mi muro y lo leo al rato… el (finde), porque me está costando procesar tanta información, además no quiero aceptar que la presbicia me alcanzó, o yo ya me acomodé…

Por ese analfabetismo funcional inducido -con premeditación alevosía y ventaja- es que ahora escuchamos y vemos con estupor que la gente cree correcto y «actual» decir «veamos que dicen las redes sociales…» «que inicie el debate de altura…» y «ya somos Trending Topic»… «no pirir».

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