Se ha hecho público que Estados Unidos podría proponer cambios para el llamado Plan de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte que fue propuesto entre Guatemala, Honduras y El Salvador con el país del norte a raíz de la crisis de menores migrantes no acompañados.

La verdad es que el gobierno de Estados Unidos no está cambiando sus intenciones, sino que aparentemente está llegando el momento de decirles a nuestros países que las prioridades de la cooperación son completamente otras que las que se habían planteado inicialmente.

Los cooperantes en general y que tienen muchos años de conocer al país, entienden perfectamente que sin un sistema de justicia independiente y eficiente, institucionalidad fuerte y una decidida lucha contra la corrupción, es imposible que se puedan generar las condiciones reales de oportunidad para la mayoría de ciudadanos que, hoy por hoy, siguen migrando.

Por supuesto que es importante crear el ambiente adecuado para la inversión. Lo que no podemos dejar de lado es que el país en las condiciones actuales tiene que empezar por generar una institucionalidad fuerte que permita una ley sin intocables, un combate frontal y determinado contra la corrupción para que el imperio de la ley sea la “regla clara” que muchos piden.

Muchos de los países que han estado aportando de los impuestos de sus ciudadanos para buscar con insistencia el avance de nuestro sistema, tienen que sentir mucha frustración de que algo tan sencillo de entender encuentre resistencia a lo interno de los países.

Lo que han hecho los países para solicitar los desembolsos de ayuda de Estados Unidos es acomodar programas ya aprobados de los presupuestos del Estado y decir que han sido resultados del Plan.

Si alguien tiene alguna duda de que el imperio de la ley y el fortalecimiento del Estado de Derecho sería la solución, solo tenemos que ver que todos los países que están cooperando con nosotros, que reciben inversiones atractivas y que han logrado reducir la pobreza de sus ciudadanos es a base de reglas sumamente claras que inician con la cero tolerancia a la corrupción y la persecución al delincuente.

Podemos soñar con un país que genere las oportunidades para sus ciudadanos, pero tenemos que ser realistas al reconocer que mientras la impunidad siga existiendo como base del sistema, no hay negocio ni condiciones que generen atracción para los individuos.

El interés de Estados Unidos sigue siendo el mismo: Invertir en seguridad, justicia e institucionalidad primero y que con eso se generen las oportunidades. Ojalá lo entendiéramos también nosotros.

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