Francisco Cáceres Barrios
fracaceres@lahora.com.gt
Hace poco leí un interesante artículo de una dama que tiene muchos años de escribir para un medio de comunicación matutino, el que versaba con acierto sobre la importancia de analizar o estudiar a fondo la posibilidad de legislar a favor de permitir los contratos laborales de medio tiempo, con el fin de aprovechar los servicios de quienes estudian y trabajan o porque sus horarios de estudios les permite combinar ambas responsabilidades. Como es sabido por todos, la lectura de la mayoría de medios también puede hacerse por la vía del Internet, lo que también permite a los lectores expresar sus opiniones o comentarios. Fue así como me enteré de muchas opiniones o respuestas hechas al citado artículo con una agresividad inconcebible, lanzando improperios, incluso con palabras altisonantes que me parecieron totalmente fuera de lugar.
Sigo creyendo que si deseamos el mejor entendimiento entre las personas y en especial entre los guatemaltecos no hay nada mejor que respetar cada quien la opinión de los demás, pues nadie es dueño de la verdad. De ahí que pregunte: ¿Por qué perder entonces el respeto y la debida consideración solo por el hecho de no pensar igual? ¿Por qué se aprovecha el vergonzante anonimato que permite el mensaje interactivo? Si usted apreciado lector piensa de igual manera, debiéramos empezar entonces haciendo algo para evitar esa confrontación inútil y violatoria a la libre expresión del pensamiento, pues una sociedad que permite este tipo de libertinaje nos está dando una clara señal de que lo que se busca es el conflicto y no la solución de nuestros problemas. Definitivamente me resisto a seguir malos ejemplos, cuando bien sabemos que se logra mucho más guardando el debido respeto y consideración a los demás, lo que ni por asomo significa ceder ni un ápice si es que nuestros criterios están bien sustentados.
Creo por consiguiente que eso debiera ser la norma de nuestro comportamiento, en lo personal, en el hogar, en la familia, en la escuela, en el trabajo, en la sociedad y claro, frente a nuestro teléfono o computadora. Las buenas costumbres, hábitos y comportamientos no debieran desecharse, al contrario, debieran ser divulgados por todos los que sabemos bien que estas son artículos de primera necesidad tanto para las actuales generaciones, como para las que vendrán más adelante, si es que en verdad queremos vivir en paz y concordia. Y finalmente, para referirme en concreto a la moción de legislar en favor de permitir los contratos de trabajo de medio tiempo ¿qué tienen de malos? ¿Acaso muchos no lo hicimos cuando empezábamos a abrirnos camino en la vida, buscando las partes el beneficio mutuo?