Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es

«Dime lo que crees ser y te diré lo que no eres.»
Henri Frédéric Amiel

No cabe duda que vivimos en un país colonialista, con tintes de progresista, pero subordinado al poder de unos cuantos que dirigen la vida de los demás, aceptamos vivir en pleno siglo XXI, como en época de la Colonia, misma que parece tan lejos, pero que ante nuestro desencanto es nuestra realidad.

Un ejemplo más de lo anterior, lo tenemos ejemplificado en la última decisión tomada por eterno Alcalde de la Ciudad de Guatemala, Álvaro Arzú, quien está seguro que los problemas derivados de la falta de servicios públicos de calidad, de que adolecemos en la capital es responsabilidad de nosotros, sin tomar en cuenta, que la gestión de estos corresponde a él y su Concejo.

Si ese señor se encuentra presidiendo el Concejo Municipal, se debe al voto cómplice de los que se conforman con ver las flores, sin analizar el fango que se encuentra bajo de ellas, como lo es, entre tantos, haber entregado un espacio de la población a la gestión de particulares, sin tomar en cuenta el impacto en la sociedad, como lo es el área que se encuentra ubicada en la Plazuela España (Plaza de España) para la construcción, en ese espacio que es de todos los guatemaltecos, de un Centro Comercial, que se encontrará gestionado por manos privadas, las que obtendrán un beneficio.

Según informaciones recabadas, es en septiembre de 1929, que el Gobierno Central propuso la construcción de la misma, en la intersección de la calle Montúfar y la 7ª Av., de la que sería zona 9, y que tendría como objetivo la fluidez de tránsito, y a la vez integrar los monumentos que han sido parte del patrimonio de la ciudad, como la fuente de Carlos III, diseñada y construida en 1789, sin importar, en este momento la idiosincrasia del momento histórico en el que la misma fue construida, lo importante es el objetivo principal de la misma: la fluidez del tráfico, el cual con los años se ha incrementado mucho más.

El problema en cuestión, consiste en obtener respuesta a las siguientes interrogantes: 1) ¿Quién es el dueño de la Plazuela España, el Estado de Guatemala, el Alcalde, o la ciudadanía? 2) ¿Existía menos tráfico vehicular en 1929 o en 2017?, y 3) ¿Al servicio de quién se encuentra el Concejo Municipal, y el mismo Alcalde, al de los particulares o al de la población, le haya votado o no?

Estas respuestas nos la deben proporcionar, la Contraloría General de Cuentas, fiscalizando cómo fue entregado un espacio público a particulares, el Ministerio Público investigando cómo llegó a manos privadas un espacio que es de todos los guatemaltecos, ya que parece que de estas instituciones, nadie ha transitado por la calle Montúfar y ha visto el monstruo que bloquea literalmente la dirección antes mencionada.

De acuerdo a un reportaje de Prensa Libre, se está construyendo un Centro Comercial, con supermercado incluido en medio de una arteria indispensable para el flujo vehicular, ya bastantes obstrucciones ha creado este señor cerrando calles y avenidas justificando su nula labor al frente del Palacio de la Loba.

Lo anterior no tiene parangón, más que la entrega de Guatel por el mismo señor, que sigue impunemente entregando los bienes de la población a los particulares, constituyendo un flagrante saqueo, como lo es la destrucción que está llevando a cabo en la difunta Plazuela España, la que entregó a manos de particulares, no sabemos, y urge saber, en qué condiciones.

Después del fraude del Transurbano, en el que fueron parte tanto el señor Álvaro Arzú, como el oscuro gobierno de la UNE, y que no han sido investigados por la CICIG, no sabemos aún el porqué, ya que elementos hay más que suficientes, con el apoyo de los mismos de siempre, este señor sigue apropiándose de bienes, que no son más que de la población en general, por lo que urgimos información sobre este nuevo atropello a los bienes del país, y al Ministerio Público que lleve a cabo la investigación respectiva.

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