Son muchos los que dicen que no es necesario el Consejo Nacional de Justicia que regularía las funciones administrativas del Organismo Judicial dejando a la Corte Suprema para impartir Justicia.
Hay quienes dicen que no es correcto porque se estaría generando un poder adicional a los tres reconocidos por la Constitución Política del Estado, lo cual termina siendo un argumento que valida la necesidad del Consejo.
El simple hecho de que administrar al Organismo Judicial se haya convertido en un “poder” comparado al Judicial, Ejecutivo y Legislativo, nos demuestra el fatídico alcance de esa potestad.
Tenemos, ahora, un caso que nos tiene que servir de ejemplo para encontrar la razón de eliminar la capacidad administrativa de los magistrados en la Corte Suprema de Justicia: el Caso Stalling.
Resulta que esta señora ha estado enquistada en el sistema Judicial por décadas. Su hijo, Otto Molina, está guardando prisión por su supuesta participación en el caso de corrupción en el Instituto de Seguridad Social con Juan de Dios Rodríguez, también supuesto negociador del gobierno Patriota en la integración de Cortes.
Posteriormente, la cuñada y el sobrino de la magistrada también terminaron en prisión por, presuntamente, haber otorgado beneficios por medio de irregularidades y cobros a implicados en el Caso La Línea.
Finalmente, terminó ella misma en la cárcel por haber citado a un juez para pedirle que ayudara en el proceso para su hijo. El día de su captura intentó fugarse con un disfraz de Chimoltrufia y, según videos que se han visto hasta en redes sociales, resistió el arresto de los agentes captores.
Posteriormente, el Juez que la liga a proceso y le dicta el auto de prisión preventiva, no justifica su fallo y eso es sujeto de apelación por los abogados defensores. ¿Alguien cree que ese juez cometió ese error involuntariamente?
La Sala que recibe el expediente, finalmente, ordena la libertad de la magistrada en contra de todos los argumentos y las evidencias que se cuentan en el expediente del proceso. Está más que claro que todo el aparato de justicia está protegiendo a la Stalling como lo hace con Roberto Barreda, su mamá y su familia.
Es por ello que no podemos seguir pensando que la administración de justicia va a terminar en buen camino cuando seguirá en manos de personajes como quien disfrazada de la Chimoltrufia mientras era togada, quiso evadir la orden de captura en su contra. Urge rescatar la justicia. No podemos seguir todos de rodillas por un sistema que está hecho para beneficiar a unos cuantos.
