Dr. Luis Fernando Cordón Morales
@lfercordon – buzonasprodecogt@gmail.com

Para los fieles católicos, finalizó la cuaresma 2017 recordando la pasión, muerte y resurrección de Jesús, siendo esta última la base principal de su fe. En Guatemala, desde tiempos de la Colonia se realizan representaciones bíblicas en andas de madera artísticamente decoradas, que recorren las calles cargadas en hombros por niños y adultos, y acompañadas por miles de personas, nacionales y extranjeras, colocando al país como un destino turístico de importante atracción, por su colorida tradición. Los días de descanso laboral también son aprovechados por los no fervientes para disfrutar de la oferta recreativa nacional o internacional, y los que comulgan otra religión para hacer concentraciones de oración y alabanza.

Y es que no todos tuvieron la posibilidad de disfrutarlo, y menos ayudados con fondos públicos como fue el caso de los empleados y funcionarios del Organismo Judicial, Municipalidad de Guatemala y Ministerio de Salud, que gracias a nuestros tributos y sus Pactos Colectivos abusivos se erogaron millones de quetzales para su regocijo, mediante bonos de Semana Santa; ojalá se tradujera en mejor servicio, pero de todos es sabido las condiciones en que este es prestado y como sus direcciones sirven para satisfacer egos personales. Esperemos que nuestro auspicio a su esparcimiento los haga reflexionar sobre la realidad del sistema de justicia del país, para que en adelante, con actos valientes, la Constitución Política de República y leyes en la mano, se despojen de las ataduras económicas, políticas e ideológicas en pro de la justicia y en contra de la impunidad. Que los servicios municipales sean eficientes y de calidad, los recursos utilizados de forma transparente y las decisiones en favor de los vecinos menos privilegiados. Que el acceso a la salud deje ser una rogación y se convierta en el derecho fundamental que el Estado por mandato constitucional debe de garantizar.

Otra realidad visualizada durante el descanso es el incendio de miles de hectáreas en bosques de la selva petenera, próximas a sitios arqueológicos, que está devastando la flora y fauna ya amenazada por la tala y la caza ilegal, donde las autoridades por temor o por complicidad no han tomado las medidas necesarias para contrarrestar los ilícitos. De nada sirve que solo afirmen que los incendios provocados son por actividades de narcotráfico, nueva siembra o crianza de ganado, si no toman las acciones pertinentes, acaso: ¿Funciona el sistema de prevención y control de incendios forestales? ¿Está recibiendo el apoyo necesario el Consejo Nacional de Áreas Protegidas? ¿Están actuando las Fiscalías de Delitos contra el Medio Ambiente y Narcoactividad? Lo que se evidencia es una falta generalizada de Estado, como ocurre en todos los lugares fronterizos del país, dónde constitucional y legalmente, y conforme los Acuerdos de Paz, es el Ejército de Guatemala el que debe cumplir con su función primordial.

Indistintamente como decidió aprovechar el descanso relacionado, la última semana nos dio una nueva oportunidad para reflexionar sobre lo realizado y lo dejado de hacer, así como para recargar energías y pensamientos positivos en nuestro beneficio y en favor de nuestro entorno.

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