Fernando Mollinedo C.

Tikal es uno de los destinos más solicitados por el turismo extranjero, al cual llegan centenares de visitantes en cualquier época del año; considerado como paraíso turístico con alta rentabilidad económica en Guatemala, concentra mayormente las bondades de la naturaleza con la arquitectura maya a pesar del abandono que ha tenido en diferentes ocasiones.

Lamentablemente la delincuencia común sentó sus reales en dicho territorio y ensombrece la felicidad de muchos turistas al ser asaltados y despojados de sus bienes; por su parte, el gobierno de nuestro país no cuenta con la estructura policial que pueda brindar la seguridad y tranquilidad necesaria para la feliz estadía de los visitantes.

El problema en materia turística es enfrentar la vieja permisibilidad de operación delictiva en Petén, pues ni la policía ni el ejército ejercen un control real en ese territorio y en especial en los lugares turísticos; pues a decir de los vecinos, las principales autoridades se asociaron con los delincuentes antes que responder a las necesidades de los pobladores protegiéndolos de los efectos secundarios de la violencia desplegada por los grupos que controlan el flujo y/o trasiego de droga en esa zona.

El repunte de la delincuencia común encuentra explicación en que no hubiera tenido la posibilidad de realizar este tipo de tratos sin la complacencia de las autoridades que les han protegido desde entonces; y las consecuencias son nefastas para el turismo y la población, pues hay que remarcar que la obligación del Gobierno es brindar seguridad a sus pobladores.

NO ES EL ESTADO EL FALLIDO; LOS FALLIDOS COMO CIUDADANOS SON la caterva y ensarta de funcionarios y empleados al servicio del Estado quienes descollan por su falta de honradez, dignidad, honestidad y demás valores sociales, morales y espirituales para desarrollar sus funciones de manera correcta, pues en lugar de eso, aprovechan las oportunidades para robar, engañar, dilapidar, despilfarrar, malversar los bienes del Estado, entre ellos el dinero destinado para realizar obras físicas (escuelas, institutos, puentes, carreteras, electricidad y otros).

¿Quién o quiénes tienen interés especial en que no exista oposición a sus intereses económicos? Los que utilizan para ello a los políticos (personas ineptas en su mayoría) ignorantes, iletrados, delincuentes de todos los estratos sociales, hampones y más. ¿Quiere corroborar lo anterior? Dele un vistazo a los periódicos de los tres últimos años y comprenderá que el denominador común entre ellos es el servilismo a sus amos y patronos, los verdaderos propietarios de esta fincona que se llama Guatemala.

Los buenos deseos y los discursos oficiales no pueden sacarnos del caos que vivimos; hay anarquía en todos lados, indignación por otros, lamentaciones y frustraciones, pero no hay felicitaciones al régimen ¿por qué será? Simplemente porque no se las merecen. Mientras tanto, que se jodan los ciudadanos.

El hombre sabio no debe abstenerse de participar en el gobierno, pues es delito renunciar a ser útil a los necesitados y una cobardía ceder el paso a los indignos.

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