Hoy reportamos noticias sobre dos situaciones que evidencian cuán mal se encuentra el Estado que no puede cumplir ni con sus obligaciones más básicas. En primer lugar lo más grave y alarmante, que es la incapacidad de nuestro Sistema de Salud para reaccionar cubriendo la demanda en el momento en que se pueda producir un desastre natural o una tragedia en el país. Tenemos un rezago de por lo menos cuarenta años en cuanto a la cobertura y el caso del Hogar Seguro puso sobre el tapete la dificultad para atender emergencias de gran envergadura.

Guatemala es un país cruzado por abundantes fallas geológicas y un eventual terremoto sería fatal por esa incapacidad para atender víctimas, ni siquiera contando con el aporte de los hospitales privados que, de todos modos, resultan tan caros que están fuera del alcance de la mayoría de la población.

El otro caso es el de un Estado que no tiene capacidad para documentar a sus ciudadanos. Tanto en el Documento Personal de Identificación como con los pasaportes, se puede ver la caótica situación de un Estado ineficiente y verdaderamente fallido. Hoy el Canciller anunció la suspensión de los consulados móviles, lo que afectará a cientos de miles de compatriotas en Estados Unidos, justamente cuando más falta hace la asesoría y acompañamiento por las políticas discriminatorias de Trump contra los inmigrantes de origen latinoamericano. La falta de cartillas para pasaportes, que acumula ya un déficit de 80 mil unidades para atender la demanda de los guatemaltecos en Estados Unidos, es del todo inaceptable, pero más grave aún es que esa gente no tenga ni el acompañamiento ni el soporte de su propio país en el peor momento de su estadía en aquella nación.

Pero la verdad es que si repasamos todo el espectro de las obligaciones del Estado veremos que la condición de fallido aparece por todos lados. No disponemos de eficiente seguridad, el Sistema de Justicia es, para usar las palabras de la Ministra de Salud, un verdadero chiste como se comprobó con el caso de la magistrada Stalling, quien fue capturada en condiciones que por sí solas justifican la prisión preventiva. Y siga contando, porque ni los gobiernos locales ni el gobierno central, no digamos el Legislativo, cumplen con su función y hemos generado un Estado que apenas es eficiente para fomentar la corrupción en cualquier área que se quiera considerar.

Dios ayude a nuestros migrantes y nos libre a nosotros de una tragedia de envergadura que ponga a prueba las condiciones de nuestro Sistema de Salud.

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