Grecia Aguilera

La Directora Regional para América Latina y el Caribe de UNICEF, honorable señora María Cristina Perceval, lamentó la tragedia sucedida en el así nombrado paradójicamente “Hogar Seguro Virgen de la Asunción”, y hace un llamado urgente para terminar con la institucionalización de niños, niñas y adolescentes en la región, manifestando: “Desde UNICEF expresamos nuestro dolor ante la trágica muerte de las niñas del Hogar Seguro Virgen de la Asunción de Guatemala. Expresamos nuestra solidaridad con las víctimas, sus familias y el pueblo de Guatemala ante este lamentable hecho. Nos sumamos al Sistema de Naciones Unidas en Guatemala que lamenta profundamente el terrible suceso ocurrido el día de ayer (8 de marzo de 2017) y a su llamado urgente de asegurar los protocolos de protección de la infancia. Confiamos en que el Estado guatemalteco cumplirá con su obligación de investigar los hechos ocurridos, identificar a los responsables y reparar a las víctimas. UNICEF como organismo de Naciones Unidas encargado de velar porque se observen los estándares acordados por la Comunidad Internacional en materia de protección de los derechos de la niñez, les recordamos a las autoridades su obligación de garantizar la vida e integridad de todos los niños, niñas y adolescentes. En este sentido, llamamos a la creación urgente de un sistema nacional de protección de la niñez y un ente rector a cargo, en donde debe primar el interés superior del niño, en línea con las recomendaciones del Comité de los Derechos del Niño y con el apoyo de la oficina de UNICEF en el país. Reiteramos nuestra petición al Gobierno de Guatemala y a todos los gobiernos de la región, signatarios de la Convención sobre los Derechos del Niño, para que se termine con la institucionalización sistemática de niños, niñas y adolescentes. Unos 240,000 niños, niñas y adolescentes aún viven en instituciones en América Latina y el Caribe. La Convención de los Derechos del Niño y las Directrices de Naciones Unidas sobre las Modalidades Alternativas de Cuidado de los Niños indican que la institucionalización debe ser siempre el último recurso, una medida temporal y siempre por el menor tiempo posible. Los niños y niñas tienen derecho a crecer en el seno familiar y a contar con el apoyo del Estado para que las familias puedan cumplir con sus responsabilidades. El encierro de niños, niñas y adolescentes para su ‘protección’ es inadmisible.” La Declaración de los Derechos del Niño es un Tratado Internacional que fue aprobado el 20 de noviembre de 1959 por los Estados Miembros que en ese entonces conformaban la Organización de las Naciones Unidas. La declaración reconoce a los niños, niñas y adolescentes como personas que deben llegar a ser capaces de “desarrollarse física, mental, social, moral y espiritualmente con libertad y dignidad.” Dentro de la declaración se proclaman los siguientes principios: el derecho a la igualdad, sin distinción de raza, religión o nacionalidad; el derecho a tener una protección especial para el desarrollo físico, mental y social del niño; el derecho a un nombre y a una nacionalidad desde su nacimiento; el derecho a una alimentación, vivienda y atención de médicos adecuados; el derecho a una educación y a un tratamiento especial para aquellos niños que sufren alguna discapacidad mental o física; el derecho a la comprensión y al amor de los padres y de la sociedad; el derecho a actividades recreativas y a una educación gratuita; el derecho a estar entre los primeros en recibir ayuda en cualquier circunstancia; el derecho a la protección contra cualquier forma de abandono, crueldad y explotación y el derecho a ser criado con un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos y hermandad universal.

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