Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

Es impresionante el observar como en nuestro país hay grupos que permanentemente tiran la piedra y esconden la mano, pretendiendo ejercer el poder en el Estado cuando no han sido electos.

Unos se autodenominan semilla y seguramente si son «semilla de maldad», que en lugar de apoyar el desarrollo del Estado de Derecho y la consolidación de la democracia en el país, son personas que desestabilizan las instituciones del Estado.

Otros se autodenominan analistas y a través de sus opiniones y gestiones consideran que también deben participar en el gobierno del país, incluso existen funcionarios que son desde ya precandidatos ocultos a la Presidencia y Vicepresidencia de Guatemala, a pesar que no hay una convocatoria a elecciones y ni siquiera nos encontramos en el último año del ejercicio del poder del actual gobierno.

Por ello es que se respira una atmósfera de desestabilización, la cual el Presidente y Vicepresidente de la República deben de cortar de un solo tajo porque «quien comanda no suplica» y los únicos funcionarios electos en el Organismo Ejecutivo son el Presidente y Vicepresidente, responsables de actuar de conformidad con la ley; son ellos quienes nombran a los ministros y secretarios de gobierno, son ellos los que dan los objetivos, las metas y los parámetros con los cuales debe buscarse el desarrollo económico y social del país y, por consiguiente, son ellos los que están en la obligación de gobernar, de decidir. Si por algún motivo una decisión que tomen no es la adecuada, basta con derogarla y volver a mandar, gobernar para el pueblo y por el pueblo que es quien en su mayoría los eligió.

Es fácil percibir que algunos ministros y secretarios por sus orígenes, por las raíces de donde provienen y donde seguramente volverán tan pronto cesen en su cargo, no actúan y cumplen las ordenes y los programas que decide el Presidente y el Vicepresidente.

La solución es simple, darle las gracias y enviarlos a su casa por cuanto ellos solo son ejecutores de la política de gobierno, responsabilidad del Presidente de la República, lo mismo se aplica a los embajadores, a los gobernadores y a cualquier funcionario nombrado por el Ejecutivo.

Este segundo año de gobierno es de materializar las obras y las políticas que el Presidente y Vicepresidente se han propuesto efectuar, por lo que -insisto- las piedras en el camino se remueven, no se dejan que sean obstáculo.

Como ya lo he manifestado en opiniones anteriores, en lo personal no tengo ningún vínculo con el presidente Jimmy Morales; sin embargo, vote por él, por cuanto estimé que en ese momento era la mejor alternativa, dada la coyuntura para gobernar, eso me permite insistir en que el binomio presidencial fue electo democráticamente y salvo que ellos violaran la Constitución o incurrieran en delitos durante su mandato, nadie puede pretender hacernos creer que no son la autoridad máxima del país y que de conformidad con el Estado de Derecho ejercen la representación de la soberanía que se les delegó y la responsabilidad de gobernar nuestra nación las 24 horas del día, 365 días al año, por cuatro años que se iniciaron el 14 de enero de 2016.

¡Guatemala es primero!
Continuará…

Artículo anterior«Silence»
Artículo siguienteLa tiranía de los Directores en el Mineduc