Lucrecia de Palomo

Ahora resulta que para dar continuidad a la fracasada Reforma Educativa, impulsada por PREAL, hace veinte años, el grado de preparatoria dejará de existir de nuestro sistema educativo. Este anuncio fue notificado recientemente por el Ministro de Educación. Ahora los niños de 5 años tendrán su preescolar y a los 6 irán a primer grado del nivel escolar primario. Modelo copy paste del sistema norteamericano. La noticia solo confirma lo que los educadores nacionales hemos venido diciendo, que aquí, sin importar quién sea el Ministro de Educación o la ideología del gobierno que representa, se continúa con lo que ha sido mandado desde el extranjero y es apoyado por una “la sociedad civil” servil a los billetes verdes.

Hace unos cinco años, siendo yo parte del Consejo Nacional de Educación (de donde fui “echada” por la entonces Ministra Del Águila por no ceñirme a sus abusos y medidas), se nos presentó, por parte de “asesores expertos nacionales” contratados para y por instituciones internacionales, este cambio en el nivel parvulario. Al escucharlo, pregunté la razón para ello, inquirí cuál era la base teórica y qué estudios se tenían para hacerlo, en qué beneficiaría a los estudiantes. La respuesta simple fue, es conveniente; pero nunca se mencionó para quién ni cómo.

Muchos son los cambios que día a día se imponen desde el despacho del Ministerio de Educación, que nosotros maestros que estamos en el campo sabemos que no van a funcionar, pero la consigna es clara y no se detienen. Lo peor es que las transformaciones se hacen fuera de la ley. Pero claro, para eso tienen conexiones en las Cortes, donde de una manera cantinflesca resuelven los alegatos que se presentan en contra, sin dar la razón a uno u otro, pero tampoco dejan claro que es ilegal, por lo cual el Mineduc prosigue con la acción ilegal.

Si los cambios fueran realmente significativos, necesarios y beneficiosos para los educandos ya se estarían observando mejoras en la educación, pero tan solo es pérdida de tiempo y el uso del dinero de “donaciones para educación”, de las que tanto se ufanan las instituciones donantes, no llega donde realmente es la necesidad educativa. Pronto tendremos niveles distintos a la tradición nacional, serán Preschool, Elementary, Middle School y High School (ojalá siquiera les pongan nombre en español).

Ser maestro de aula, de donde emana la formación y educación del escolar, es cada día más difícil por el mundo que viven nuestros estudiantes y sus familias. El currículo nacional base, que debió validarse hace unos años, no responde a la realidad que vive. Impuesto y sin la debida preparación a los docentes en la mayoría de las escuelas públicas, no se comprende y se aplica en forma superficial. El Ministerio de Educación, como en la mayoría de sus acciones, no tiene la capacidad (o posiblemente si la tiene pero esa es la intención) de hacer llegar a los docentes de una manera adecuada los cambios, siendo ellos quienes tienen la relación directa con el alumno, foco del sistema educativo.

El cambio se impondrá sin consenso, sin discusión y por autoridad, por una orden. Los resultados se podrán ver después de seis años de iniciado, cuando los pequeños lleguen a sexto, sin ningún acompañamiento o estudio serio. Pero como está pasando hoy con los cambios a la educación media, a las carreras técnicas, al Bachillerato por Madurez y al Magisterio, los resultados serán desastrosos y toda una cohorte se habrá perdido. En el camino muchos posiblemente abandonen la escuela porque su madurez no les permitirá rendir adecuadamente o quizá la repitencia se hará más grave de lo que es hoy en el primer grado primaria, y tendremos más niños y jóvenes en las calles sin estudio ni capacidad de un trabajo digno. Comuníquese y cúmplase.

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