Marco Tulio Trejo Paiz
En uno de los gobiernos del pasado fue iniciada la exploración de petróleo en Izabal, Petén y otros lugares del país.
Cuando avanzaba esa actividad, se informó que fue encontrado el oro negro, pero no en cantidades exportables. Sin embargo, ya no se dijo nada al respecto; lo que hace suponer que no se avanzó en la exploración en ninguno de los regímenes que surgieron democráticamente y por cuartelazos…
Los productos derivados del petróleo son indispensables porque todo el territorio nacional se ha inundado de patas de hule de toda clase…
El tránsito vehicular se ha complicado tremendamente; tanto es así que en las vías urbanas y rurales se complica la situación, ya que se forman colas hasta de unos diez, quince o más kilómetros, y es que son tantos los «trastes» rodantes que se importan, especialmente de los Estados Unidos de América, de Japón, de Inglaterra, de Alemania, de Italia y de otras partes del mundo.
Se estima que los vehículos de toda clase vienen mensualmente en cantidad-promedio de no menos de 80 mil o 90 mil. Es una correntada progresiva e inevitable por razón de que los gobiernos que se suceden cuatrienalmente no adoptan medidas inteligentes técnicorrealistas.
Muchos propietarios que se movilizan por aquí y por allá para asistir a sus actividades laborales, oficiales y privadas, optan por conducirse en autobuses, taxis, entre otros vehículos de uso público y, de esa manera, se exponen a las balaceras no solo contra los pilotos y sus ayudantes, sino también contra los pasajeros, por cuanto la violencia está a toda hora del día y de la noche irremediablemente.
Y los propietarios de funerarias, de cementerios, de centros de salud, de fabricantes de cajas mortuorias, de farmacias, entre otros negocios de alta rentabilidad, están risa y risa, muy felices, y que siga la fiesta brava que deja lágrimas, luto y, en muchos casos, orfandad, viudez y otras lamentables consecuencias.
Mientras tanto, Juan Pueblo está muy deprimido, como para mantenerse con el dedo en el gatillo.