Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

Toda acción produce una reacción y prueba de ello es que México reaccionó de forma unánime, uniéndose y manifestando que bajo ningún concepto se humillará ante la pretensión del presidente norteamericano Donald Trump de obligarlos a pagar la construcción del absurdo muro que pretende se edifique en la frontera entre México y Estados Unidos.

Hasta un hombre tan cuidadoso como Carlos Slim manifestó que apoya al gobierno de México en su posición y que los mexicanos deben de reaccionar de forma positiva en lugar de sentirse menoscabados, desarrollar aun más su capacidad económica y, por consiguiente, su capacidad de continuar exportando hacia Estados Unidos y diversificando sus exportaciones hacia el resto del mundo. Señala acertadamente que la actual inversión en México proviene de fuentes internas en un 85%.

Centroamérica, el Triángulo Norte y en particular Guatemala, debe manifestar su solidaridad hacia México y el respeto a los tratados internacionales que fueron iniciativa de los Estados Unidos.

Puedo dar fe que las autoridades norteamericanas personalmente me manifestaron, en una reunión en Brasil, que Guatemala y Centroamérica tenían que aceptar negociar un tratado de libre comercio, de lo contrario perderíamos todas las ventajas económicas que existían a favor de la maquila, para producir y enviar ese tipo de productos al mercado norteamericano.

A diferencia de México, Centroamérica tiene una balanza de importaciones y exportaciones negativa y es Estados Unidos el gran favorecido; aun así, respetamos el Tratado de Libre Comercio, solo debemos buscar que se actualice para que los pocos bienes que tenemos la capacidad de producir continúen aumentando para surtir el mercado norteamericano. Adicionalmente, se debe impulsar se otorgue acuerdos de tipo laboral, como lo ha hecho Canadá con Guatemala, para que de forma legal y ordenada nuestra mano de obra pueda laborar legalmente en Estados Unidos y continuar ayudando al desarrollo económico norteamericano, especialmente en los aspectos agrícolas y enviando parte de su salario para combatir la pobreza y la desnutrición de sus familias que permanecen en Guatemala.

El actual gobierno que preside el presidente Jimmy Morales y el vicepresidente Jafeth Cabrera, debe de pasar de la teoría, de la redacción de documentos bien empastados pero estériles y no decir, como lo ha hecho recientemente el Ministro de Economía y un Viceministro de Trabajo, que vamos a cambiar el currículum de educación tan obsoleto que tenemos.

Deben de demostrar que estamos preparando técnicamente nuestro recurso humano y no referirse, de forma vergonzosa, a unos pocos cientos de jóvenes a los que se les prepara en el Intecap. Por el contrario, el Gobierno debe crear institutos técnicos como el de la Costa Sur, que construyó y desarrolló el gobierno de Guatemala desde el 14 de enero del año 2000 y que es el único instituto técnico de nivel universitario existente en el país, cuando ese tipo de institutos deberían de existir por lo menos en los cuatro puntos cardinales del territorio nacional.

Los Adolfo V. Hall son lo más rápido de transformar en institutos de bachilleratos técnicos y agrícolas y no de continuar siendo poco aprovechados. El Ministerio de Economía sigue siendo totalmente estéril y subordinado a la cúpula económica del país.
¡Guatemala es primero!

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