Carlos Soto Pineda

Esta sociedad extremista y fragmentada, tan dada a la lisonja “espontánea” o a la descalificación sin fundamento, muchas veces inhibe el escribir o reconocer la labor o trayectoria de alguien, por recato o para evitar malas interpretaciones. No es mi caso, no puedo dejar de reconocer y hacer pública la satisfacción y alegría al percatarme de la situación actual de la Asociación de Periodistas de Guatemala (APG).

La APG como casi la totalidad de entes gremiales organizados sufrió los embates de la represión gubernamental, que la había sumido en ciertas épocas en un estado de casi sopor, de autoprotección de sobrevivencia para seguir la lucha por la defensa de los derechos y libertades por otros medios más discretos; para evitar su aniquilamiento o mediatización.

En estos momentos en los que los enemigos de la libertad de prensa y de la libre emisión del pensamiento no solo basan su estrategia en la muerte “física” de los agremiados o de los periodistas independientes en el ejercicio de su profesión; sino que ahora buscan su asfixia financiera, económica, su degradación moral su muerte “cívica”, a través del chantaje o de la descalificación anónima, o de “premiar” su parcialidad con una plaza en el Gobierno, se hace imperativo que la APG continúe con su labor de denuncia fundamentada, de tecnificación y profesionalización del gremio y de acercamiento con las instituciones “hermanas”.

El lunes 16 de enero del presente año, estuve en la toma de posesión de la nueva Junta Directiva 2017-2018 integrada por Julio Edgar García como Presidente, Ileana Alamilla Vicepresidenta, Yomara Hernández Directora Primera, Israel Tobar Director Segundo, Benedicto Girón Director Tercero, Erwin Mérida Director Cuarto, Miguel Ángel Juárez Secretario, Jorge De León Prosecretario, Domingo Chiapas Tesorero, y en el Tribunal de Honor José Luis López Presidente, Belia Pinto Secretaria, Ramiro Ortega Vocal, y como Suplentes Virgilio Cordón, Saúl David Oliva y Pavel Matute personas a quienes auguro mucho éxito; y donde fue gratificante convivir en ese ambiente de confraternidad; sentarme a platicar con Luis Gutiérrez, con Julio César del Valle, pasar una grata cena riendo con Virgilio Cordón, saludar a personalidades como Ileana Alamilla, Benedicto Girón, Marina Coronado, María Eugenia Gordillo, teniendo como fondo a la Marimba de la APG hicieron renovar la esperanza de que este país no se ha “acabado”.

Éxitos y ánimo a la nueva Junta Directiva de la Asociación de Periodistas de Guatemala, que continúen su labor en pro de la Dignificación de los Periodistas y que permanezca su visión en “el principio de la igualdad de derechos, deberes y oportunidades para todos los seres humanos, la solidaridad gremial, el derecho de las personas a superarse económica, social y culturalmente, la plena vigencia de las garantías constitucionales y la libertad de expresión”. Y mantenga “como norma invariable el respeto a las opiniones e ideas ajenas”, excluyendo “de sus deliberaciones los intereses sectarios, partidistas y religiosos, sin afectar las convicciones y actividades personales de sus asociados”, que el “YUUKI” (coraje en japonés) siga permanente en su accionar.

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