Jorge Santos

Por una serie de razones, particularmente de carácter laboral, he tenido que realizar constantes viajes a diversos lugares del país, y existe una serie de denominadores comunes en cada uno de ellos. En cada lugar resaltan situaciones tales como deterioro profundo en la red vial, escuelas con mala infraestructura, ausencia del Estado, pobreza y extrema pobreza que generan un sinfín de otros males.

Ejemplo de ello es la ruta vía la Franja Transversal del Norte hacia el municipio de Ixcán, Quiché, en el cual existe un tramo de varios kilómetros sin asfalto y totalmente deteriorada. De la misma manera, la carretera conocida como La Ruidosa que conduce hacia Río Dulce y luego hacia Petén está prácticamente destruida. Así mismo, la ruta del sur hacia el occidente es un sufrimiento cotidiano para personas y empresas que desean transitar por la misma, de tal cuenta que en términos concretos la infraestructura vial del país, cuenta con niveles alarmantes de deterioro y pareciera no existir en el corto plazo respuesta a este tema.

De la misma manera, la infraestructura educativa está prácticamente colapsada, al nivel que en una de las escuelas del municipio de Chisec, Alta Verapaz, existe un rótulo de acceso a red de internet, pero la misma no cuenta con agua potable, escritorios, sanitarios adecuados y por supuesto un solo enchufe en el centro del aula que baja desde una deteriorada lámina. Este hecho pareciera ser un chiste de mal gusto, sin embargo, al consultar la red de internet está habilitada. Así mismo escuelas de Petén, Totonicapán, Huehuetenango, Alta Verapaz, Izabal, Quiché y el propio departamento de Guatemala presentan el mismo mal. Escuelas sucias, sin pintura, en muchas existen serios problemas de iluminación, sanitarios en mal estado, escritorios y pizarras inservibles y en muchos casos durante este mes, la manifiesta preocupación de una reducción considerable en la inscripción de niños y niñas al ciclo escolar.

Este deterioro generalizado es solo la manifestación de la captura por parte de poderes fácticos de la institucionalidad pública, los cuales están mucho más interesados en el enriquecimiento ilícito que en el cumplimiento de sus obligaciones inherentes. Por eso una pregunta más que obligada a un año del inicio del gobierno de FCN-Nación y de Jimmy Morales al frente del Ejecutivo es, que se ha realizado durante un año de gestión, dado que pareciera que este deterioro, se ha incrementado sustancialmente durante los últimos meses.

Es una evidencia más que observable que este Estado y particularmente las mafias que han vivido de él, que no se logra hacer nada, sin que existe el reparto oportuno de coimas y dádivas en una clara economía de corrupción que ha generado males endémicos como la pobreza, la extrema pobreza, desnutrición crónica y aguda en más de la mitad de la niñez guatemalteca, bajos niveles de escolaridad, así como bajos niveles de inversión. En este marco, es muy poco lo que la ciudadanía puede esperar a un año del gobierno de FCN-Nación.

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