Edgar Villanueva

Este mes, el Foro Económico Mundial reunirá a líderes políticos, empresariales e intelectuales de todo el mundo para discutir sobre temas de la agenda global. En esta ocasión, el Foro tendrá como tema principal el Liderazgo Receptivo y Responsable y su impacto en cuatro áreas: el fortalecimiento del crecimiento económico, la búsqueda de mayor inclusión en los sistemas de libre mercado, el aprovechamiento de la Cuarta Revolución Industrial y la reconstrucción de la cooperación internacional.

El primer tema está vigente en Guatemala, en donde a pesar de tener un crecimiento económico estable, no hemos logrado dar saltos porcentuales que permitan generar inversión y trabajo de manera sostenible. El reto irá creciendo, pues el acceso a la información y a la tecnología lanza al mercado a miles de jóvenes con aspiraciones laborales y económicas para las que no estamos preparados. Asimismo, el Estado tampoco ha trabajado para generar las condiciones para que otros (sector privado) puedan responder a las mismas.

En el ámbito de la inclusión en la economía, el Foro ofrece una visión interesante pues, dentro del contexto de economías de mercado, busca discutir formas en que los que más ganan, beneficien con mayor horizontalidad al colectivo. Para lograrlo, el Estado deberá disponer de manera más eficiente de sus recursos y el Foro propone como punta de lanza la erradicación de la corrupción, una tarea que va en camino en nuestro país.

Los dos temas anteriores se ven condicionados por la Cuarta Revolución Industrial, donde mucho del recurso humano será sustituido por tecnología y la cual generará retos sociales y hasta fiscales para aquellos países que no estén preparados. En este tema, lamentablemente estamos en pañales, pues no hemos fortalecido nuestro sistema de educación y tampoco hemos empezado a considerar políticas que fomenten el emprendedurismo, el uso de la tecnología y la innovación.

Asimismo, se abordará el tema de la cooperación internacional en la búsqueda de agilizarla y focalizarla. Esto puede fortalecer a Guatemala, en donde la cooperación internacional no ha logrado generar cambios importantes debido a su extrema burocracia, la dispersión de la misma y la falta de entendimiento de las necesidades locales. Pero sobre todo, debemos de poner atención al elemento unificador de estos temas, el Liderazgo Receptivo y Responsable, pues sin líderes con estas características no hay agenda que pueda progresar.

En Guatemala, el liderazgo político ha ignorado por completo el clamor popular y hecho gala de su irresponsabilidad. Para muestra, los “líderes” que hoy están en la cárcel (y los que pronto les harán compañía), pues ni siquiera pudieron ser responsables con las arcas del Estado. ¿Cómo les vamos a pedir que sean responsables con el futuro de nuestros hijos?

Davos nos puede dejar consejos importantes para nuestra nación. Una nación donde el liderazgo entienda que la ciudadanía quiere trabajos dignos y sostenibles y donde el Gobierno sea responsable con los recursos y los invierta en crear las condiciones que nos permitan enfrentar adecuadamente los retos del futuro.

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