Rolando Alfaro Arellano

En el estudio de toda ciencia, sus
raíces son amargas, pero muy dulces sus
frutos.
Aristóteles.

I

En las últimas décadas, hemos venido observando cómo la educción ha venido decayendo, a todo nivel, al extremo de haberse abandonado las clases de civismo, urbanidad y buenas maneras, entre otros temas de especial importancia.

Lo anterior se evidencia en algunos sectores de la sociedad guatemalteca, especialmente aquellos que confunden los significados de instrucción y educación.

Instrucción, enseñanza de los conocimientos necesarios para una actividad.

Por su parte, educación suele definirse como formación destinada a desarrollar la capacidad intelectual y moral de las personas.

En el sentido anteriormente descrito, puede colegirse que es más profunda la educación, pues se necesita que los alumnos desarrollen adecuadamente su capacidad intelectual y obviamente, la moral que entraña una forma de conducir a los futuros profesionales hacia el bien.

Sin embargo, para la formación moral e intelectual de los guatemaltecos resulta imperioso que la educación sea integral, instruyendo y reforzando la preparación de los futuros profesionales.

Una de las cuestiones que más preocupan a los que impartimos clases, es el poco interés de los alumnos universitarios que, en la mayoría de los casos, se concretan a acudir a una tecnología de distracción en lugar de leer los textos que se les recomiendan.

Lo últimamente descrito, no lo podrán negar, los mentores ya que el fenómeno es general en nuestro entorno.

Por último, se puede añadir que las pruebas fehacientes están a la vista y escuchas de los mentores, pues el alumno demuestra poco interés en la investigación, su lenguaje es vulgar y las reglas del trato social, urbanidad y buenas costumbres se ignoran en su mayor parte.

Continúa…

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