Anoche, el aún Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, dio un discurso de despedida desde la ciudad de Chicago que pareció más una cátedra de civismo y de responsabilidad de los ciudadanos.

Y hubo muchos ejemplos como para poder demostrarlo. Independientemente de la ideología, nadie puede negar que Obama hizo ver a los estadounidenses que hagan un esfuerzo por fortalecerse, no solo como nación, sino como individuos en base al respeto, darse oportunidades entre sí y comprometerse para ser factores de cambio y no solo observadores de los sucesos.

Obama no dudó un segundo en detener a sus seguidores cuando mencionando a Donald Trump, empezaron los abucheos en contra de su sucesor. Dejó claro, muy claro, que la transición del poder civilizada y en paz es la mejor muestra de un país desarrollado, democrático y comprometido con sus principios más básicos.

El discurso con mucho nivel político y personal, fue la misma noche en que se ha hecho público que, igual que como a Hillary Clinton la «hackearon» los rusos, habría información en manos de Putin y su gente sobre Trump en situaciones extremadamente comprometedoras.

Lo que nos tiene que quedar claro es que el desafío del Presidente Obama a los ciudadanos es no encasillarse solo profundizando sus propias ideas sino enfrentar las propuestas de los contendientes también con ideas y la pasión con que se deben defender las propuestas propias.

En general, habiendo aprovechado a informar sobre la situación de los empleos y la diferencia entre cómo recibió el país hace 8 años y cómo lo entrega ahora, la salida de la crisis económica, la eliminación del terrorista más temido como era Bin Laden, etc., más que un discurso de presentación de resultados, la tarea que le queda pendiente es principalmente al joven ciudadano a quien le tocará informarse mejor, comparar e involucrarse en el cambio.

Es evidente que a otros niveles, pero el pedido de Obama podría aplicarse a Guatemala. Queda claro que todo cambio de raíz pasa por ese movimiento de la población para que cualquier programa o política se convierta en parte de un sistema comprometido con sus ciudadanos y no con quienes quieren saquear al Estado.

«Yes we can… Yes we did», terminó Obama en referencia al «sí podemos» con el que ganó la elección que ahora se ha visto modificado con un «sí lo hicimos» que pronunció tras hacerle un reconocimiento a su esposa, a sus hijas y a Joe Biden. De acuerdo con su ideología o no, el mensaje de aceptar el reto de la obligación civil no puede quedar pendiente.

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