Luis Enrique Pérez

El 24 de febrero del año 1582, el papa Gregorio XIII, cuyo nombre era Ugo Buoncampagni, emitió una bula denominada “Inter Gravissimas”. Las dos primeras palabras de la bula papal eran precisamente “Inter gravissimas”, o “Entre las más serias”. Con esas palabras, la bula papal aludía a las “más serias” tareas que la Iglesia Católica, Apostólica y Romana estaba obligada a atender. Una de esas tareas era cumplir los mandatos del Concilio de Trento, celebrado entre los años 1545 y 1563.

Ugo Buoncampagni nació en el año 1502, y falleció en el año 1585. Obtuvo un doctorado en derecho, de la universidad de Bolonia. En el año 1542 fue ordenado sacerdote. Posteriormente fue obispo y luego, cardenal. Fue papa a partir del año 1572, hasta el año 1585. Fue sucesor de Sixto V y predecesor de Pío V. Presuntamente fue electo Papa por influjo del rey Felipe II, de España, a quien conoció cuando estuvo en ese país, para intervenir, en calidad de delegado pontificio, en el proceso al cual había sido sometido el cardenal Bartolomé Carranza, por el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición.

En la bula Inter Gravissimas, el papa Gregorio XIII decretaba un nuevo calendario, con el cual la Santa Sede cumplía uno de los mandatos del Concilio de Trento. El propósito era que los funcionarios eclesiásticos dispusieran de un calendario más preciso para calcular la fecha en que debía celebrarse la Pascua. El nuevo calendario, denominado “gregoriano”, sustituiría al calendario denominado “juliano”, decretado por el dictador romano Julio César, en el año 45 antes de la Era Cristiana.

En el calendario juliano y en el gregoriano el año es, no el sideral, o tiempo durante el cual la Tierra completa una vuelta en torno al Sol, sino el tropical, o tiempo que transcurre entre dos equinoccios sucesivos de primavera o de otoño, o entre dos solsticios sucesivos de verano o de invierno. La palabra “equinoccio” significa “noche igual”. La palabra “solsticio” significa “sol quieto”.

El año del calendario juliano duraba 365.25 días, e incurría en un error de un día durante cada 128 años. El año del calendario gregoriano duraba 365.2425 días, e incurría en un error de un día durante cada 3,300 años. En la época del papa Gregorio XIII, el calendario juliano se había adelantado diez días. El calendario gregoriano eliminaba esos diez días. Fueron eliminados del mes de octubre de 1582. Exactamente, el día jueves 4 de octubre fue seguido inmediatamente por el día viernes 15 de octubre.

Una de las principales diferencias entre el calendario juliano y el gregoriano consistía en la regla del año bisiesto. La regla del calendario juliano era que había un año bisiesto cada cuatro años; y la regla del calendario gregoriano era que el año en el que comenzaba un siglo (por ejemplo, 1700 o 1800) no era año bisiesto, excepto que fuera divisible exactamente por 400 (por ejemplo, el año 1600). El año bisiesto tiene 366 días, es decir, un día más que el año ordinario. En el calendario gregoriano, ese día se agrega al mes de febrero. Con otras palabras, en el año bisiesto, febrero tiene 29 días.

Algunos de los países que pronto adoptaron el nuevo calendario fueron Italia, España, Polonia y Portugal. Los países que lo adoptaron en siglos posteriores tuvieron que eliminar más de diez días; por ejemplo, eliminaron once días los países que lo adoptaron en el siglo XVIII, o doce días los que lo adoptaron en el Siglo XIX, o trece días los que lo adoptaron en el Siglo XX (como Rusia, que lo adoptó en febrero del año 1918).

Post scriptum. El autor principal del calendario gregoriano fue el filósofo, médico y astrónomo italiano Luigi Lilio. El proyecto de nuevo calendario que Lilio presentó fue modificado por el matemático y astrónomo alemán Cristóbal Clavio. Fue Clavio quien propuso que el día 4 de Octubre de 1582, fuera seguido por el 15 de octubre de ese mismo año. Algunos matemáticos objetaron el calendario propuesto por Clavio, y él lo defendió en una carta denominada “Novi calendarii romani apologia” (o “Apología del nuevo calendario romano”).

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