Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

El cuerpo humano es susceptible de diferentes tipos de cáncer, dependiendo del momento en el que se detecte puede ser de pequeña, mediana o gran envergadura o gravedad.

Este mismo criterio debemos aplicar a lo acontecido en Guatemala en la contratación y construcción o reconstrucción de las carreteras.

De 1950 a 1985 la casi totalidad de la construcción o reconstrucción de carreteras se hizo de forma ética y eficiente.

El Ministerio de Comunicaciones y la Dirección General de Caminos eran dos entidades sumamente eficientes, en ellos se planificaba la construcción de las carreteras e igualmente, a través de una sección específica, se supervisaba la construcción de las carreteras metro a metro, kilómetro a kilómetro.

La carretera del Atlántico que se planificara y se iniciara durante el gobierno del presidente Jacobo Arbenz Guzmán, denominada “carretera de la liberación” fue contratada con empresas norteamericanas, que la realizaron de forma muy eficiente.

Igualmente aconteció con la carretera Panamericana, que atraviesa el territorio nacional desde la Mesilla en Huehuetenango hasta la frontera con El Salvador en el denominado cruce de San Cristóbal, en Jutiapa. Esta última carretera no solo fue construida en su totalidad por constructoras norteamericanas sino que fue dos terceras partes una donación del gobierno de los Estados Unidos y uno tercera parte financiada por dicho gobierno como cumplimiento de la promesa que ese país hiciera a toda América Latina a raíz de la segunda guerra mundial.

Todas la carreteras construidas en el período señalado fueron supervisadas por ingenieros guatemaltecos que destacaban por su ética y por su estricto cumplimiento de la normas de diseño; ingenieros que a su vez fueron apoyados por grupos de trabajadores especializados también guatemaltecos, que velaban porque el diseño, la compactación, la calidad de materiales de sub base, de base y de carpetas asfálticas o de rodaduras fueran hechas con la mejor calidad y observando también los drenajes y cunetas que como saben los especialistas son determinantes en la vida útil de una carretera.

Es a partir del 85 con el inicio de los gobiernos democráticos que empiezan a surgir las empresas de construcción de carreteras propiedad de guatemaltecos y, simultáneamente se disuelve en la Dirección General de Caminos la unidad de supervisión que era eficiente y ética, mutándose y apareciendo pequeñas y medianas constructoras nacionales que son beneficiadas de los contratos de construcción y por sus relaciones personales, políticas y sociales inician la degeneración en la observancia de las normas de construcción.
Con la característica de los latinoamericanos, las diferentes constructoras nacionales ofrecen la construcción y reconstrucción de carreteras aparentemente a menor precio, pero tan pronto como se les adjudica un contrato logran que se les cambien las normas de diseño y por supuesto cambian e incrementan los precios por kilómetro.

No satisfechos con ello, no cumplen con las normas de construcción. En la sub base, si el diseño dice un metro de material selecto que se debe compactar, cada 20 centímetros echan el metro de material pero lo compactan cada 40 o 50 centímetros ahorrándose numerosas horas de maquinaria y dejando las sub base inadecuadamente construida y/o compactada.
¡Guatemala es Primero!

Continuará…

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