Rolando Alfaro Arellano

Los habitantes del territorio nacional por diversas formas se han dejado engañar, tanto económica como políticamente; la verdad es que en algunos casos la pobreza no les permite investigar a los que, de una u otra forma no pueden enterarse legítimamente de las hojas de vida de quienes los manipulan y a la vez, los analfabetos funcionales que son miles, desconocen el interés de analizar a los engañabobos para no caer embaucados.

En ese sentido, nos encontramos con el deterioro de los recursos naturales y la contaminación que desde hace décadas ha invadido el entorno humano nacional. Acentuándose desde 1972

Sin embargo, y a pesar de todos los estudios efectuados en nuestro país a efecto de orientar a la población, autoridades y políticos en general permanecen en la oscuridad.

Pero, el señor Alcalde de San Pedro La Laguna, del municipio de Sololá, con buen criterio emitió ordenanzas y disposiciones para no seguir contaminando el bello lago de Atitlán.

Lo anterior fue tan conmovedor que hasta los señores diputados, en los últimos meses han dispuesto seguir el ejemplo del señor Alcalde citado.

Por otra parte, da vergüenza que los ciudadanos guatemaltecos, en menor o mayor número, no sepan el valor que tienen los recursos naturales. Que en un tiempo fue considerada la Suiza de América.

Por nuestra parte hemos querido colaborar con diversas investigaciones, pero no ha sido posible que las autoridades y público en general, apoyen las ideas y, mucho menos, ejerzan su derecho de opinión para evitar tanta depredación en el país.

Si bien es cierto que existe pobreza en el país, también lo es que si no se trabaja por el bienestar general, el progreso no vendrá al suelo nacional.

Parte de lo últimamente escrito, puede señalarse que las universidades existentes en nuestro entorno, no se han puesto de acuerdo para unificar sus programas en el tema ambiental que es urgente, salvo excepciones que se cuentan con los dedos de la mano.

Finalmente, reiteramos nuestras felicitaciones al señor Alcalde de San Pedro La Laguna, por el esfuerzo que se encuentra haciendo para que el bello Lago de Atitlán, no se convierta en pantano. OBRAS SON AMORES Y NO BUENAS RAZONES.

Estimados lectores, ayudemos a quienes trabajan de verdad por mejorar nuestro entorno humano, pues el tema es multisectorial y el país se merece la atención de todos.

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