Jorge Mario Andrino Grotewold
* @jmag2010

Desafortunado fue conocer recientemente el concepto que tiene el Alcalde de Mixco, sobre el servicio civil municipal, y en especial sobre las competencias de la mujer, su dignidad y respeto. La esperanza de contar con un alcalde adecuado para un municipio tan importante y cercano a la ciudad, se desvanece gracias a su vanidad y deseo de popularidad, que se presume busca rédito más adelante en la política guatemalteca.

El anuncio realizado por el propio Alcalde, mediante redes sociales y otras vías de la municipalidad que dirige, generó no solo una gran indignación en cuanto a promover aspectos de belleza mediante concursos que nada tienen que ver con la gestión municipal, sino también por la bajeza de otorgar con un premio a la ganadora del supuesto concurso, una plaza de la corporación municipal, pagada por los arbitrios mixqueños e impuestos guatemaltecos. Luego de la reacción en redes, y seguramente algún alertivo del órgano contralor del Estado, el mensaje varió con peor ímpetu, indicando que el concurso continuaba, porque así lo había hecho en su empresa privada, pero que por recomendación de la Contraloría (no porque entendiera que era algo incorrecto), ya no se podía dar la plaza municipal.

Además de identificar el pleno desconocimiento de la ley en esta materia, el Alcalde parece no entender la importancia de contar con una burocracia técnica, con base en el mérito, el desempeño y un perfil de puesto idóneo para cualquiera de las oficinas municipales. ¿Qué pensarán las demás trabajadoras sobre su permanencia en la Municipalidad, si estas plazas se dan como premio a un concurso de belleza? Seguramente no importará que tan bien realicen su trabajo, siempre y cuando sean consideradas “bellas”.

Se atropella también la dignidad de la mujer, que ha logrado sobrepasar elementos de discriminación durante tanto tiempo, y que con estos actos se le considere un objeto de vanidad, suficiente elemento para otorgarle una plaza en el Estado, cuando existen múltiples mecanismos para que, siempre que se den equidad de oportunidades, mujeres y hombres puedan optar a un puesto público, demostrando sus conocimientos, habilidades y destrezas. Poco a poco el concepto de concursos de belleza irá desapareciendo, aunque para nuestra cultura popular aún sea un rezago de ese reconocimiento a la mujer y sus calidades como ser humano.

El actual Alcalde de Mixco fue electo gracias a un momento de coyuntura nacional que no quería continuidad de corruptos y saqueadores del Estado, y que creyó encontrar en él, un político joven y dispuesto a ser diferente. Son actitudes como esta, o su insistencia en figurar populistamente, las que hacen ver perdida una esperanza de una gestión municipal eficiente.

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