Fernando Mollinedo C.

El objetivo fundamental de la educación es formar seres humanos con CALIDAD, APTITUDES y EFICACIA para su desarrollo personal en esta sociedad competitiva y tener una mejor calidad de vida académica, económica y social; entendemos por CALIDAD EDUCATIVA el conjunto de condiciones y cualidades que serán enseñadas o impartidas por los maestros y profesores, radicando su génesis en la propia escuela, padres y madres de familia que colaboren en el proceso, directores y autoridades educativas que realmente conozcan los objetivos de la educación.

La disminución de los recursos destinados al Ministerio de Educación que fueron desviados por los distintos gobiernos anteriores (saqueos, corrupciones y falta de interés) provocó una dinámica con la cual se deterioró su calidad por más que se haya incrementado cuantitativamente, haya crecido o se mantenga el número de estudiantes.

La falta de calidad educativa en la didáctica de la enseñanza genera problemas sociales; su práctica cotidiana lo induce a ser un consumidor educativo sumiso y memorístico; no es posible que se continúe haciendo lo mismo de siempre para no combatir la deficiente calidad que se imparte en las escuelas del país.

Hay una idea generalizada que el sistema educativo ha avanzado por el incremento de la población estudiantil, pero no se ha disminuido el analfabetismo real ni el funcional, no se incrementó la escolaridad promedio y tampoco se lograron avances en la calidad del aprendizaje en las escuelas, persistiendo las desigualdades entre escuelas urbanas y rurales.

La realidad del sistema escolar en Guatemala persigue con exclusividad OBJETIVOS INTERNOS que implican memorización, se empeña en preparar actividades de tal manera que los alumnos sean capaces de superar, aprobar o ganar un examen, de cumplir con los requisitos para pasar al grado siguiente; se interpreta que los alumnos se preparan para los intereses de las estadísticas ministeriales (ningún alumno debe reprobar).

Todos quisiéramos resolver el problema de la pobre calidad educativa; para ello es imprescindible que se retome la idea de promocionar los OBJETIVOS EXTERNOS, pues le dan significado a la educación misma; es decir, que DEBERÍA enseñarse para la vida, a crear, analizar, pensar, argumentar, discutir, cuestionar e investigar; en otras palabras, despertar al alumno para que entienda y aplique sus conocimientos escolares en el desarrollo de su vida cotidiana.

Las actuales autoridades del Ministerio de Educación deben pensar en forma realista, en el sentido de dirigir la educación CON PERSONAL IDÓNEO, CAPAZ y COMPETENTE EN MATERIA EDUCATIVA, pues hay muchos arquitectos, ingenieros, psicólogos, agrónomos, mercadólogos, administradores de empresas y médicos. También secretarias oficinistas y bachilleres en ciencias y letras sin estudios universitarios que desempeñan puestos ejecutivos que no tienen que ver con su profesión.

Al desconocer el sistema educativo, estas personas “EJECUTIVAS” ajenas al mismo, actúan con su lógica común sin conocer los intereses, objetivos inmediatos, mediatos y teleológicos de la educación. ¿Por cuánto tiempo seguiremos así?

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