Grecia Aguilera

Cada 13 de diciembre se celebra en Suecia el Día de Santa Lucía para convertir la noche más oscura en una noche de luz y lograr la victoria sobre las tinieblas. Por ello ese día se invoca a Santa Lucía virgen y mártir, cuyo nombre significa ‘portadora de luz’. Ella viene hacia sus fieles con la palma de la victoria y sus ojos en sus manos, que simbolizan el triunfo sobre los castigos y torturas que sufrió para obligarla a renunciar a su fe en el año 304 después de Cristo. En Suecia para conmemorar el Día de Santa Lucía se elige a una joven a quien se le honra con el nombre de Lucía. Ella desfila vestida de blanco, sosteniendo sobre su cabello una hermosa guirnalda de velas encendidas, que representa la claridad en los días oscuros del invierno en Suecia y la rogativa para que sean siempre luminosos. Esta ceremonia es una de las más importantes festividades de la cultura sueca y sostiene que siempre debe reinar la luz sobre la oscuridad y el calor sobre el frío. Al terminar el largo anochecer, tradicionalmente los pobladores de Suecia elaboran viandas especiales para satisfacer el apetito. Reparten galletas de jengibre, degustan panecillos condimentados con azafrán que les brinda un color ‘amarillo solar’ y saborean el ‘Glögg’, bebida navideña caliente que se prepara con vino tinto, clavos de olor, canela en raja, ralladura de naranja, semillas de cardamomo, almendras y pasas. Aquí en Guatemala el martes 13 de diciembre de 2016, el Excelentísimo señor Embajador de Suecia Georg Andrén y su distinguida esposa señora María, celebraron en su residencia el Día de Santa Lucía realizando su tradicional procesión, encabezada por la figura ancestral de la joven Lucía escoltada por damas y damitas de honor; niños y jóvenes estrella, además de inquietos duendes que luciendo sus sombreros de copa repartían a los presentes galletas de jengibre, al mismo tiempo que todos juntos entonaban acompañados por el pianista Roberto Pérez Chamalé, la canción napolitana “Santa Lucía” incluyendo al Embajador Andrén, y su esposa María quien a su vez dirigió las voces del coro. Curioso fue observar que los infantes portaban en sus manos ingeniosas velitas activadas con baterías para su seguridad. En su discurso el Embajador Andrén hizo saber: “Esta es una celebración de luz, que es sumamente importante para nosotros, no sólo celebramos la luz y la esperanza, también celebramos la valentía. La joven Lucía en su tiempo en el tercer siglo, era una mujer muy joven que decidió seguir con su convicción y decidió no casarse y por eso fue castigada. La joven Lucía nos inspira a nosotros en como apoyar a los jóvenes, niños y niñas a seguir con su vida y sus sueños. También esta es una celebración de la Paz en Suecia; celebramos 202 años de Paz… Nosotros como Suecia tuvimos el honor de ser anfitriones de los Acuerdos de Paz, a nosotros nos honra acompañar a Guatemala en el camino hacia la Paz. La Paz no se trata sólo de firmas, acuerdos o palabras, se trata de una lucha de día a día en donde jóvenes y adultos tienen que ganar esta Paz, involucrarse en crear una nación digna y justa en donde los derechos de cada una y cada uno se respetan. Se trata también de crear espacios de diálogo y de la posibilidad de expresarse sin correr el riesgo de ser castigada o castigado. También celebramos el 2 de diciembre, 250 años de Libertad de Expresión; en 1766 se aprobó en nuestro Congreso la primera ley sobre la Libertad de Prensa. La Libre Expresión y Libertad de Prensa deben ganarse día a día, esta libertad es un fundamento a nuestras democracias y es una libertad que tiene que defenderse. El ataque en contra de periodistas en Guatemala y en otras partes del mundo es un ataque en contra de la Democracia, un ataque en contra de nuestras sociedades. ¡Entonces sean bienvenidos a esta celebración de Luz, Valentía y Paz!”

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