Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es
“Siempre se repite la misma historia: cada individuo no piensa más que en sí mismo.”
Sófocles
La vida se encuentra compuesta por ciclos, algunos se cierran otros no, para no cerrarse nunca o más tarde, los ciclos son personales, institucionales o globales, si examinamos la historia de la humanidad, observaremos que se encuentra compuesta por ciclos de poder, han atacado una catedral del Cairo, luego de varios ataques anteriores, recordamos la importancia política, económica, financiera y económica que en su momento tuvo Egipto, decidiendo los destinos del mundo conocido.
Nos encontramos ante lo que será un probable cambio en la comunidad global, y no solamente por la elección de Trump en EE. UU., el Brexit, en Inglaterra, que le antecedió, y otros acontecimientos más, están marcando la pauta a más cambios probables en la sociedad mundial.
Uno de los elementos en común que tienen estos acontecimientos, es económico y racista, ya que el trasfondo de la decisión de quienes han votado a favor tanto de uno como de otro, es en ese sentido, analistas mundiales que han establecido el perfil del votante que ha dado el triunfo tanto a uno como a otro, es de clase media, mayoritariamente no urbano, que se siente amenazado por la inmigración, y ante todo desplazado del espacio que considera le ha sido arrebatado, este es el perfil del votante que con su voto puede cambiar el orden mundial como le conocemos hasta hoy.
Tomando en cuenta la debilidad de este perfil de ciudadano, han surgido muchas voces populistas de extrema derecha, en diferentes países que aprovechando que los ciudadanos de clase media, y mayoritariamente blanca y de mediana edad, se ven amenazados por lo que consideran un desalojo de su estatus y condición, un ejemplo es Mary Le Pen, en Francia, la que entre sus propuestas a los franceses es controlar las fronteras mediante el abandono de Schengen.
El Acuerdo de Schengen, es un convenio por el que varios países de Europa, suprimieron los controles en las fronteras interiores trasladando estos controles a fronteras con terceros países no partes de la Unión Europea, por lo que al abandonar el Schengen, no entrarían libremente a Francia los demás europeos, Le Pen, ha tomado parte del discurso de Trump.
Por lo que podemos observar los que estamos de este lado del mundo, y que desafortunadamente dependemos económica, financiera y políticamente del imperio, todo lo que suceda nos afecta directamente, incluyendo las políticas de los países que son parte de la Unión Europea, ya que al separase Inglaterra de la misma, los convenios firmados con la coalición de países, ya no aplican a Inglaterra, por lo que quienes tienen relaciones comerciales con Inglaterra como parte de la UE, tendrán que llegar a nuevos acuerdos, lo que les afecta en todos los aspectos.
Por todo lo anteriormente expuesto, en el año 2016, dio inicio un cambio que no es pequeño, ya que afecta al mundo como actualmente le conocemos, y que haría replantear un nuevo orden mundial, que para la mayoría no sería el mejor, pero que tiene su base intrínseca en los racismos, egoísmos y otros males del ser humano.
Todos estos elementos, son base de cambios que podríamos vivir a no tan largo plazo, y que a la vez podrían cerrar un nuevo ciclo en la historia tal como la conocemos hasta el momento.
El egoísmo ha modificado los diferentes órdenes mundiales, a lo largo de lo que conocemos de la historia de la humanidad, en su momento cayeron Grecia, Roma, Egipto, incluso los Mayas originales y que tan especiales fueron, con todo lo que dejaron a la sociedad, se extinguieron antes que los españoles vinieran a apropiarse de las tierras conocidas como América, en fin que sin querer parecer catastrófica, parece que el 2017, puede ser el principio del fin de una era, y el inicio de otra, que ni en las películas y libros sobre el futuro, podríamos plantearnos que fuera a ser, como puede plantearse vivirse.
Nosotros decidimos el futuro, el problema lo tenemos, cuando el egoísmo impera en quien tiene en sus manos tal decisión.
