Raymond J. Wennier

La educación financiera es un tema vigente hoy día. Si vemos los currículos de distritos escolares en diferentes países, notamos que está incorporada desde temprana edad la educación financiera. Como educadores sabemos que una habilidad se arraiga mientras más veces se experimenta y más veces se le pone en práctica.

El mundo está fijándose cada vez más, en un eje económico para dirigir decisiones que afectan todos los aspectos de la vida de las personas.

La sociedad mundial se vuelve cada vez más, en una de consumo. La actitud de las masas es querer más cosas aunque no sean de mayor necesidad, es querer tener por tener. Muchas personas creen que gastando más, demuestran un estrato social más alto. Un sistema creado por la publicidad y el mercadeo, que juegan perfectamente con esa actitud de la población, «crea» más necesidades para aumentar el consumo.

Niños y jóvenes, y también muchos adultos, abren «ojos muy grandes» cuando ven cosas nuevas en una tienda. «Mamá, papá, yo quiero tener…(cualquier cosa)». «Pero mis compañeros de clase ya lo tienen, ¿por qué yo no?»

Si desde temprana edad el efecto de la publicidad y el comportamiento de los compañeros influyen en el «querer» de un niño o de un joven sobre el consumo, entonces es preciso que también haya una educación financiera desde temprana edad. Los hijos tienen que entender que habrá momentos cuando los padres tienen que decir NO y mantener ese NO.

El fin de semana pasado en las instalaciones del IRTRA Petapa, se llevó a cabo la Segunda Feria sobre Educación Financiera para niños, jóvenes y padres de familia, organizada por la Escuela Bancaria de Guatemala (EBG) el brazo formativo-educativo de la Asociación Bancaria de Guatemala (ABG).

Los conceptos financieros presentados sobre el correcto uso del dinero, se pueden resumir en las siguientes palabras, visualizadas en una obra de teatro llamada «Más vale prevenir que lamentar», ideada por la EBG y actuada por artistas de la Universidad Popular y un Cuenta Cuentos, creado y ejecutado por el equipo de la EBG, que enfatiza el ahorro y el gasto. El cuento se titula «La historia de Ahorrín y Gastarín».

La familia tiene que saber preparar un presupuesto que les ayude al buen manejo de los ingresos de que disponen y los hijos, niños y jóvenes, deben participar en la formulación de dicho presupuesto.

Otra palabra de mucha importancia, es responsabilidad. No se puede gastar más de lo que ingresa.

El ahorro para el futuro tiene varias condiciones. Ahorrar para estar protegido contra una situación imprevista que no se puede dejar de pagar. Se puede ahorrar para poder hacer una inversión en una casa propia por ejemplo, o guardar el dinero en una cuenta de ahorro en uno de los bancos del sistema.

La habilidad del buen uso de la tarjeta de crédito se ha convertido en una urgencia para no caer en tener que pagar altos intereses por no pagar las cuentas antes del tiempo de vencimiento.

La educación financiera de personas y empresas, grandes o pequeñas, dependen de la actitud de las personas en relación al manejo del dinero.

Por todo lo anterior, excelentemente presentado en la Feria del pasado fin de semana, estamos convencidos que la educación financiera debe empezar a muy corta edad.

Felicitamos a la EBG-ABG por llevar a cabo esta actividad formativa.

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