María José Cabrera Cifuentes
mjcabreracifuentes@gmail.com
Corría el año 2011, tenía un poco menos de un año de haber egresado de las carreras de Ciencia Política y Relaciones Internacionales en la Universidad Rafael Landívar, cuando escuché por primera vez acerca de las “BEKAS” otorgadas por la Konrad Adenauer Stiftung a jóvenes líderes para cursar posgrados en universidades del país.
Sin estar muy segura de cuál era el siguiente paso que quería tomar en mi vida académica y profesional, decidí aplicar, sabiendo que tendría una competencia fuerte por el alto perfil que la fundación busca en sus becarios. Tras completar la papelería me dijeron que debía pasar por un primer filtro para poder proceder a la entrevista que sería decisiva. Tras algún tiempo, recibí una llamada para indicarme la hora y fecha de mi entrevista, había pasado el primer filtro, y un par de semanas más tarde recibí la noticia que tanto esperaba: Había ganado la beca para estudiar la Maestría en Estudios Estratégicos. Si bien esto fue alentador, no tenía idea en ese momento de la trascendencia e impacto que la KAS y esa beca que me otorgaron tendría en mi vida.
El pasado fin de semana, se llevó a cabo el encuentro anual de la red de becarios y exbecarios de la Konrad Adenauer Stiftung a los que ahora se han agregado no solo los estudiantes y egresados de las maestrías sino también de una serie de diplomados y miembros de agrupaciones de corte político. Por quinta ocasión acudí a este espacio con expectativas altas, sabiendo que serían días de aprendizaje y enriquecimiento no solo del conocimiento de cada uno de los que tenemos el privilegio de pertenecer a la red, sino también del estrechamiento y fortalecimiento de la misma.
A la red pertenecemos jóvenes de entre 25 y 40 años, con algunas excepciones, siendo nuestro objetivo primordial aportar algo a Guatemala desde nuestras profesiones. Todos venimos de diferentes partes del país y tenemos especializaciones diferentes, pertenecemos a etnias distintas y no necesariamente coincidimos en nuestra forma de pensar o en nuestra forma de ver el mundo y de entender temas determinantes del acontecer de nuestro país; sin embargo, se respira un compromiso auténtico con el desarrollo y la claridad que tenemos de hacia donde debemos caminar y esforzarnos para lograr un verdadero cambio, empezando desde nosotros mismos y extendiéndolo hasta que sea trascendente para el país.
La creación de este tipo de redes representa un verdadero reto en tanto cada uno de los miembros se comprometa genuinamente para que estas puedan permanecer. El respeto a la diversidad de opiniones y a los liderazgos fuertes que en redes como la nuestra son los que prevalecen, se convierten en indispensables para su existencia.
Nuestra red está consciente de que de nada sirve tener ideas geniales si no logramos aterrizarlas en un plan conjunto y estratégico que pueda ser ejecutado adicionalmente a las causas y espacios de influencia que en lo individual cada uno de nosotros se esfuerza por impactar. Por lo tanto tenemos el firme compromiso de trabajar conjuntamente desde nuestras disciplinas en la construcción de un mejor país.
La existencia de redes como las que les describo aquí es fundamental para alcanzar el objetivo de cambiar Guatemala. A partir de entender que solos no podemos y que en ocasiones debemos ceder un poco de nuestro liderazgo, convirtiéndonos en seguidores de ideas más brillantes, podemos encaminarnos juntos hacia esa meta difícil de lograr.
Gracias a la Konrad Adenauer Stiftung por promover la existencia de la red y por todo el trabajo que realiza en pos de ayudarnos a alcanzar nuestros objetivos. ¡Todos somos geniales! y juntos, vamos a lograr que Guatemala también lo sea.