Factor Méndez Doninelli

Saludo fraterno y solidario a los colegas periodistas. En defensa del derecho a la información y la libertad de prensa. El 30 de noviembre se conmemoró en Guatemala otro aniversario del Día del Periodista, que sirvió de marco para denunciar las persistentes agresiones de todo tipo, que continúan sucediendo en contra de periodistas así como, otros hechos que vulneran la libertad de prensa, pensamiento y expresión.

El más reciente atentado fue el 28 de noviembre, contra el periodista Oswaldo Ical Jom, brutalmente vapuleado por Alfonso Morán, Síndico segundo de la municipalidad de Chicamán, Quiché. Este es el tercer ataque contra la vida, integridad y seguridad del colega Ical Jom, quien sufrió el primer atentado en agosto de 2014, todos con la intención de impedir su trabajo de comunicador.

En 2014 el periodista Ical Jom fue secuestrado, sometido a torturas y tratos crueles, por integrantes de una presunta junta de seguridad dirigida por los hermanos Antonio y Diego Itzep en una aldea de Uspantán, Quiché. Un año después en 2015, el citado periodista fue otra vez agredido por miembros del Partido Patriota PP, que en ese momento ejercían el poder público. Por los atentados, ataques y agresiones cometidas, el colega agraviado exige justicia y terminar con la impunidad, puesto que algunos responsables de los ataques están plenamente identificados y por tanto, deben ser juzgados y condenados por responsabilidades penales, civiles y violaciones a derechos humanos.

Ante este nuevo ataque, la Convergencia por los Derechos Humanos exige proteger la integridad y la vida de los periodistas y asegura que en Guatemala el ejercicio del periodismo, “…se ha tornado cada vez más difícil pues, de acuerdo con datos del Ministerio Público, tan solo este año han matado a ocho periodistas.” También, en consonancia con una de las recomendaciones hechas en 2015 por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos al Estado guatemalteco, reclamaron la creación de un Programa de protección a Periodistas.

Por otra parte, durante la Octava Reunión del Consejo Presidencial de la Unión de Naciones Suramericanas UNASUR, realizada en la ciudad de Quito, capital del Ecuador, el Secretario General de ese organismo, Ernesto Samper Pizano, anunció que este bloque de países suramericanos, aprobó el concepto de “ciudadanía suramericana” para impulsar el libre tránsito en la subregión y avanzar en el proceso de integración que decidieron los Estados miembros de la Unión. El citado funcionario afirmó, “Aprobamos el concepto de ciudadanía suramericana. Cualquier suramericano puede optar por la visa de residente para trabajar, puede ejercer su derecho a homologar los títulos, derecho a tener la protección consular, derecho de los emigrantes a tener una protección efectiva”. Agregó, que el derecho al pasaporte suramericano, podría ser el registro más importante que se haya logrado y resaltó que la solidaridad es necesaria para cerrar las brechas que caracterizan un panorama absolutamente desigual en la subregión.

Samper señaló que la complementariedad es fundamental para que la integración sea realmente efectiva. La ciudadanía única permitiría garantizar el derecho que tienen para circular por los países o a trabajar en ellos, los 500 millones de habitantes suramericanos en los 18 millones de kilómetros cuadrados. El objetivo es que los jóvenes puedan estudiar en cualquier universidad de América del Sur, o que un emigrante pueda solicitar una visa de trabajo, o que un ciudadano, sin importar su origen, pueda recibir educación o salud gratuita.

P.S. Hasta siempre Comandante. ¡H.L.V.S.!

Artículo anteriorLa identidad, un territorio en disputa
Artículo siguienteUn pasado perpetuo