Dra. Ana Cristina Morales Modenesi

Se dice que alguien es alrevesado cuando se cree que hace las cosas al revés. Si consideramos esta manifestación dentro del actuar cotidiano de muchos, podríamos llegar a la conclusión de que en el mundo, la gente se conduce disparatadamente.

Veamos un poco de ello: Cuando alguien lee un rótulo de no virar a la izquierda, y vira, de manera específica a la izquierda. Cuando al vestirse en los meses de frío, busca los pantalones cortos. Cuando a una persona le dicen: no tocar, no cortar flores, tenga cuidado con la pintura fresca y como resultado se obtiene: alguien quien toca, corta flores y se embadurna de pintura la ropa.

Una persona le pregunta a la otra: ¿Cómo se llama? A lo cual responde María. Y agrega: pero, por favor no me diga Mary, porque no me agrada. Y al momento que se aleja y la otra necesita llamarla, le grita su nombre de manera exhaustiva y le dice: ¡Mary! Tus cosas.

Entonces: ¿Qué es lo que pasa?

Ver el mundo al revés, en algún momento, fue llamado locura. Las personas alrevesadas, eran vistas como burdas. De cuando en cuando había conductas alrevesadas. Pero, ahora ¿no les parece, que cada día es más frecuente?

¿Cuál será el significado de ello?

Tengo algunas posibles respuestas como parte del tema a reflexión. Claro está, que no son concluyentes, ni tampoco, únicas. Pienso que las personas necesitan realizar pequeñas protestas, aunque sean de desorden y muy pequeñas. Y de este modo, sentir que algo hacen con las reglas que les parecen absurdas para regir sus conductas.

Además, es posible que las personas se encuentren con enojo, y parte de las manifestaciones de este las realizan de manera pasiva. Para no arriesgarse mucho. En ocasiones, podríamos mencionar, que muchas de estas personas, lanzan la piedra y pretenden esconder la mano. En particular, las que accionan con resentimiento.

Las madres se quejan de que sus hijos hacen todo lo contrario a lo que ellas les sugieren. Por lo cual, una alternativa en esos casos, podría ser, sugerir lo que no se desea, para obtener lo que sí se desea. En fin, pensar y hablar al revés.

Eduardo Galeano, escritor uruguayo, tiene todo un compendio del mundo al revés en el cual expresa: Que Alicia en el país de las maravillas no necesitaría, en momentos actuales, entrar en un espejo para observar el mundo al revés, con sólo ver por la ventana le sería suficiente. También expresa: “El mundo al revés premia al revés: desprecia la honestidad, castiga el trabajo, recompensa la falta de escrúpulos y alimenta el canibalismo. Sus maestros calumnian la naturaleza: la injusticia, dicen, es la ley natural”.
3

Artículo anteriorTributo al Profesor Dante
Artículo siguienteUn pan de Dios