Es una terrible situación para el país el hecho que las decisiones de altísima trascendencia para nuestro futuro dependen de personajes con los más oscuros pasados y vínculos en cada uno de los tres poderes del Estado y esto no es más que una demostración de la gran irresponsabilidad de la sociedad en su conjunto por permitírselos.

Resulta que cuando se creyó haber entendido que la vieja política era intolerable, elegimos entre la misma política tradicional y el que nos engañó con el «Ni corrupto, ni ladrón». Un binomio presidencial en que las familias de ambos parecen estar dispuestas a lo que sea por volverse millonarias. Nos representan dos personajes que con ínfulas de poder y con insolencia, nos exigen que confiemos en ellos mientras se les nota la angustia por las investigaciones.

Hoy se publica que «Sammy» Morales «promueve» un negocio en los terrenos de Fegua. ¿Y qué va a decir la sociedad de eso? Se registra en el Ministerio de Finanzas como que la institución que representa es la «Presidencia de la República» y muchos quedarán callados ante su función de promotor de «negocios».

Tenemos que recordar que ese personaje, que sigue cercano a su hermano Jimmy Morales, ha sido la voz al oído del mandatario. Es por eso que casos como la «salida fácil» que el gobierno le quiere dar a APM por el corrupto negocio de la Terminal de Contenedores Quetzal nos genera tanta oposición. Primero porque es incorrecto y segundo porque es un pacto entre investigados y acusados de corrupción.

En menos de un año este gobierno ha hecho que la gente deje de confiar en ellos por oscuros e incapaces. Y lo peor de todo es que en cada momento de tensión, se han acercado más a los Joviel Acevedo o a los diputados tránsfugas y descarados que integran la bancada oficial para hacer fuerza.

Y eso nos lleva al Congreso, donde se sigue queriendo cocinar la repartición de beneficios entre dos tradicionales personajes encargados de aparentar cambios para que nada cambie y los poderes paralelos se fortalezcan.

Mario Taracena logró que la CICIG «no chingue» con un par de medidas que generaron la impresión de cambio mientras el sistema corrupto del Legislativo se fortalecía. Y lo mismo ahora se busca con otros beneficiarios representados por Oliverio García Rodas.

Para terminar, estamos en manos de una Corte Suprema de Justicia comprometida, definida y determinadamente con proteger el sistema y obedecer a doña Blanca Stalling, la madre, cuñada y tía de acusados de corrupción. Entonces, como país, estamos en manos de la mafia.

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