Factor Méndez Doninelli

Conmemoramos en el país el 72 aniversario de la gesta cívico militar, que derrocó a la última dictadura militar liberal del sigo pasado y dio inicio a la década de Gobiernos revolucionarios, conocida como la primavera democrática, se trató de una revolución democrático burguesa, resultado de los acontecimientos que culminaron el 20 de octubre de 1944. Homenaje a los hombres y mujeres que siguen luchando por el reconocimiento de sus derechos y libertades y a quienes en 1944 vencieron a la dictadura militar. Ese hecho histórico, sucedido a mitad del siglo pasado, es uno de los más transcendentales para la sociedad guatemalteca y el país,

La Revolución del 20 de Octubre de 1944, fue como un parte aguas en la historia nacional, por los profundos cambios sociales, económicos, políticos y culturales que el proceso revolucionario impulsó durante 10 años en los que tuvo vigencia. La revolución triunfante e inconclusa, se desarrolló en tres momentos.

El primero correspondió al corto período de la Junta cívico militar de Gobierno, que sentó las bases institucionales del proceso que se iniciaba, convocó a elecciones para integrar el Congreso Nacional, en seguida se llevaron a cabo elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente, que se encargó de redactar y aprobar una nueva Constitución Política de la República que por primera vez en la historia, reconoció derechos políticos de las mujeres, como votar, aunque con exclusiones. Por último, se organizaron y celebraron en diciembre de 1944, las primeras elecciones libres y democráticas después de las largas dictaduras militares.

En esa consulta popular, resultó elegido el Doctor Juan José Arévalo Bermejo, quien encabezó las acciones del segundo momento. El Gobierno del Doctor Arévalo, quien se distinguió por su labor académica como filósofo y pedagogo, impulsó leyes sociales, fortaleció el sistema educativo, dignificó al magisterio nacional, construyó escuelas tipo «Federación», abrió los más importantes museos nacionales existentes, reguló las relaciones entre el capital y el trabajo aprobando el Código de Trabajo, promulgó la creación del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, promovió la creación de la Facultad de Humanidades de la Universidad de San Carlos de Guatemala, otorgó autonomía a la Universidad, a las Municipalidades y al deporte federado. Fortaleció la institucionalidad del Estado creando instituciones y promoviendo leyes para eliminar los rezagos colonialistas y dictatoriales del pasado. Se preocupó por los sectores sociales marginados y excluidos, permitió la organización sindical, campesina y gremial. Cumplió su período de seis años (1945-1951) y convocó a nuevas elecciones libres de las que resultó vencedor el Coronel Jacobo Árbenz Guzmán.

Con Árbenz empieza el tercer momento inconcluso (1951-1954), su Gobierno profundiza las políticas, programas y proyectos revolucionarios. La revolución se proponía convertir al país en una «economía capitalista moderna» (sic), para lograrlo era necesario ejercer y defender con vigor, los derechos de libre determinación y soberanía. En esa línea de trabajo, era imprescindible romper los monopolios estadounidenses que controlaban importantes sectores estratégicos de la economía nacional. La empresa eléctrica y de telecomunicaciones, el ferrocarril, Puerto Barrios y grandes extensiones de tierra ociosa, eran propiedad de empresas norteamericanas. Esa decisión nacionalista le ganó la enemistad de los norteamericanos. (Continuará.)

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