Juan Antonio Mazariegos G.

La elección de Junta Directiva para el periodo 2016/2017, en el Congreso de la República, ha llenado las páginas de la prensa escrita esta semana. El FCN y la UNE libraron una guerra total para tomar el control de ese organismo, en un momento clave para Guatemala y el resultado de esa batalla, sin duda, tendrá consecuencias para el País.

Cuando Taracena suspendió la sesión en la que se desarrollaba la elección que con mucha probabilidad elegiría a Oliverio García Rodas, candidato de FCN como próximo Presidente del Congreso, quizás se abrió una pequeña esperanza para que el País no acabe copado por el partido de Gobierno y no se consolide una alineación de los poderes del Estado, que a mi juicio no traería ningún beneficio a Guatemala.

Como todos podemos recordar, FCN llegó a la Presidencia con una bancada paupérrima, LIDER, UNE y PP se convirtieron en los grandes ganadores de la contienda por la elección de unos diputados que para bien o para mal nos representan a todos. Las modificaciones a la Ley Orgánica del Congreso que terminaron con el transfuguismo generaron también la mayor subasta por diputados hasta ahora conocida y el mejor postor resultó ser FCN, quien a golpe de talón atrajo hacia su bancada a la mayoría de glorias de LIDER, PP y otros similares, conformando la bancada más grande del Congreso, la cual, sin embargo, deambulaba sin mucho peso hasta la llegada de Melgar Padilla, un supuesto operador del Presidente a quien se le atribuye haberla organizado y ser el promotor de la candidatura de García Rodas.

En la anterior elección de Junta Directiva, el derrumbe de LIDER y PP desintegró a dos de las bancadas mayoritarias y permitió a la UNE atraer hacia su planilla a la mayoría de las bancadas, excluyeron de todas las comisiones a FCN y llevaron a la Presidencia a Taracena Díaz Sol, quien no tardó mucho en desperdigar a sus electores, cuando lejos de buscar cambios profundos o relevantes para el Congreso y el País, se enfrascó en una balacera dentro de un elevador en contra de sus colegas, a quienes, es cierto, con valentía, enfrentó por la existencia de plazas fantasma, prácticas de nepotismo y otras granjerías que la mayoría de diputados asumen como parte de su retorno a la inversión realizada para llegar al Congreso.

Hoy se conoce la posibilidad de que la UNE ceda la Presidencia de su planilla a favor de Nineth Montenegro de EG, a efecto de impedir la elección de la planilla de FCN. En mi opinión, la elección es trascendental y lo mejor para el País es que FCN, en aras de un efectivo control cruzado, no consolide la toma de todos los poderes del Estado. Se avecinan acontecimientos importantes y lo queramos o no en el Congreso se van a decidir.

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