Con mucha pena hemos visto que la negociación por la Junta Directiva del Congreso ha sido capaz de llamar la atención de todos los pesos pesados de los poderes ocultos y sus cooptados operadores como el Presidente de la República o la “jefa” de la oposición.
Los medios de comunicación comentan hoy los nombres de quienes pueden integrar la “banda” directiva entre las dos propuestas planteadas por Oliverio García Rodas y por el actual presidente, Mario Taracena.
Debemos empezar diciendo que ambos son viejos zorros de la política y que tienen dentro de su capacidad como legisladores el haber sido parte de las bancadas más cuestionadas. Taracena y García son conocedores de las prácticas desde el Pacur y su cambio a Listado Geográfico de Obras, así como mantener a los privilegiados dentro de la planilla del Congreso a pesar de enviar mensajes de depuración.
Pero lo peor de todo es con quienes quieren dirigir el Legislativo. En las notas de los medios se habla de las negociaciones en que aparecen los peores nombres de la historia reciente del país.
Sale a bailar el operador del Presidente, Herbert Melgar Padilla; Felipe Alejos que “cooptó” el consulado de Miami en el gobierno de Colom Torres por el financiamiento de su familia a la campaña de la UNE; Napoleón Rojas, hijo del militar operador de los grupos paralelos de saqueo y hechos violentos; Ubico, exconvicto en Estados Unidos por tráfico de drogas; se menciona a César Fajardo, operador de los grupos paralelos desde el Congreso en el gobierno de Colom -Torres.
Por supuesto, también está la cercanía que los dos candidatos tienen con sus respectivos jefes de partido. En el caso de García Rodas se sabe que es cercano a Pérez Molina y que ahora está en el Movimiento Reformador, que sigue siendo partido del prófugo Alejandro Sinibaldi. De parte de Taracena, se sabe que está al frente de la propuesta de Sandra Torres, poder real del gobierno corrupto de su exesposo.
Entonces parece que se está discutiendo qué banda es la que preferimos que nos martirice. No hay temas de Estado, y todo gira alrededor de las ofertas de ocupar comisiones que generan beneficios en obras, puestos y plazas.
No hemos encontrado a nadie que privilegie el tema de una agenda legislativa que venga a responder a las necesidades del país. Estamos en un momento en que decidirán quién neutraliza el futuro de la lucha contra el sistema más los miles de millones del Listado Geográfico de Obras. Nos toca ver que pandilla maneja la transa.