Jorge Santos
Todos aquellos elementos que confirmaban que el partido político FCN Nación había sido creado y conformado por miembros del ejército, en particular viejos elementos de la política contrainsurgente y con ella, la ejecución del terror de Estado y el genocidio, se han ido materializando en la medida en la que el ejercicio de la presidencia avanza.
Son varios los elementos que configuran la afirmación que FCN-Nación y el Gobierno de Jimmy Morales, nos están haciendo retroceder a formas de proceder de un Estado que se organizó para reprimir y sostener el status quo vigente. En 9 meses de este ejercicio presidencial hemos sido testigos de formas de actuar, discursos e imposición de políticas públicas que suponen un claro retroceso hacia los mecanismos autoritarios que aquellos viejos militares aprendieron y ejecutaron durante la guerra.
El deseo de Jimmy Morales de regresar el desfile militar a las calles, discursos autoritarios y permanentes ataques contra la prensa nacional, declaraciones que pretenden encubrir actos de corrupción y nepotismo, el permanente ataque contra la COPREDEH, la firma de un fallido Acuerdo Gubernativo que imponía un estado de Excepción a nivel nacional y que suprimía derechos y libertades fundamentales, son tan sólo algunos elementos de lo que evidentemente es un gobierno dominado por una visión claramente autoritaria y violenta.
Sin embargo, una preocupación extrema sobre este retroceso queda evidenciado con la denuncia que realiza un miembro de la Secretaría de Asuntos Administrativos y Asuntos de Seguridad –SAAS- ante la PDH, en la cual hace notar que a lo interno de esta Secretaría se ha instalado un grupo que con recursos y permisividad realizan vigilancia, seguimiento, escuchas telefónicas y otras formas de control a miembros de la sociedad civil o contra elementos de la oposición política.
Este hecho al hacerse público, provoca la renuncia del Secretario y Subsecretario de la SAAS el pasado 05 de septiembre, sin embargo es importante hacer notar que a más de un mes de la misma, no han sido nombrados las nuevas personas que ocuparan la jefatura de la seguridad del Presidente, Vicepresidente y sus familias.
La preocupación en torno a esta ausencia de nombramiento radica en el hecho, de que con ello, puede inferirse que quien ha venido ejerciendo esta labor es quien desde que Jimmy Morales era candidato a la presidencia fuese su jefe de seguridad y así sea quien tiene el control efectivo sobre la SAAS y con ello la posibilidad de que este actor y sus aliados sean quienes han ejercido y ejercen control y vigilancia contra activistas sociales y la oposición política. Esto supone, que FCN-Nación, el Presidente y el Vicepresidente han tomado la decisión o como mínimo han permitido la instalación de un grupo paralelo al funcionamiento de una estructura dominada por Justino Ovalle y Melgar Padilla que estarían imponiendo una dinámica de control, vigilancia y seguimiento con fines de actuar contra la población guatemalteca, en un claro retroceso a las dictaduras militares y con ello a la violencia política.







