Ayer cuando se presentó el proyecto de Reformas al Sector Justicia, era importante resaltar la discusión que se llevó entre miles de personas y cientos de mesas de trabajo en las áreas de elección e integración de las Cortes; pluralismo jurídico; eliminación de las postuladoras; carrera judicial; separación del poder administrativo de la CSJ; y el antejuicio.

Por supuesto que, como en cualquier proceso legislativo, el proyecto debería ser analizado y discutido con la seriedad y madurez que implica estar comprometidos en la transformación de un país que, como Guatemala, ya no puede seguir siendo únicamente un botín para los corruptos y sociedad exitosa sólo para quienes están dispuestos a enriquecerse saltándose las reglas de juego.

Pero cuando los diputados de inmediato se salen de casillas y empiezan a defender su derecho al antejuicio tal y como está planteado en la actualidad, es una demostración real de que no les interesa más que privilegiar el sistema de impunidad, corrupción y pobreza.
Aunque para muchos no sea relacionable, los niveles dramáticos de pobreza y retraso de nuestra población en condiciones de más exclusión, son producto de muros como los que hoy protegen los diputados para evitar que el compromiso de los políticos y de los sectores sociales sea de actuar con responsabilidad dentro del sistema.

Y es por ello que los que consideramos que el país merece un esfuerzo mucho más determinado, queremos motivar a continuar con las discusiones serias y profundas sobre los cambios que le hacen falta al sector justicia que, a la fecha, nos ha enseñado que puede influir profundamente en las condiciones generales de una sociedad demasiada tolerante con las trampas.

Es también de mucha trascendencia insistir en la eliminación del control administrativo de la justicia por medio de la Corte Suprema y, no digamos, las modificaciones en la integración de la CC. En ese tema, sinceramente, consideramos que la reforma debería eliminar de tajo a los magistrados suplentes que son los que al día de hoy desde sus oficinas privadas ofrecen un “servicio especial” en la Corte Celestial.

Reconocemos y apoyamos las funciones jurisdiccionales que se quieren incluir de las autoridades indígenas.

Pero la excusa sobre el tema del antejuicio y la preocupación que tienen todos los temerosos de la justicia de terminar como el manojo de diputados, ministros, juez, presidente, vicepresidente y empresarios que han sido alcanzados por la ley, no debiera ser tolerable.

Las excusas vienen de los individuos más cuestionados por corruptos y validar sus argumentos para ser inmunes, es ayudarlos a reforzar el muro de la impunidad.

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