Rolando Alfaro Arellano

La historia de Guatemala es rica en etapas buenas y malas, sin embargo, resulta urgente que las generaciones presentes y futuras conozcan sus diversas etapas, y se nutran de civismo que se encuentra en el olvido.

En consecuencia el conflicto con potencias económicamente fuertes y sus dominios a la fecha han constituido verdaderos problemas internacionales. Y se tendrán que resolver de conformidad con los tratados y convenios internacionales ante el Tribunal Internacional de la Haya, Holanda.

La Historia en relación a nuestro territorio de Belice, sin duda, ha sido manipulada y tergiversada.

Ello nos hace, en consecuencia, tener que recordarles a las autoridades y estimados lectores de esta columna, lo que se ha hecho en el pasado y lo poco que se ha intentado realizar en el presente.

Una de las publicaciones que ha llamado nuestra atención es la que realizara el investigador nacional José Luis Mendoza, en idioma inglés, intitulado Bretaña y sus tratados sobre Belice, y que citaremos con nuestra traducción a la lengua española trabajo autorizado en 1959 por el Ministerio de Relaciones de la República de Guatemala, por haber sido el autor citado, por ser bibliotecario de la referida entidad, así como, asistente y jefe de la División de Tratados de Belice) teniendo por ende un profundo conocimiento sobre el conflicto inicial con la Gran Bretaña.

En ese sentido, nos define el significado del término relativo a los tratados entre naciones, como contratos entre naciones y entre individuos como debe ser entre las naciones.

Por otra parte, nos ofrece la definición de Antonio Sánchez de Bustamante y Sirvén, quien define a los tratados como pruebas escritas entre dos o más personas jurídicas internacionales, con la intención de crear, confirmar, modificar, modificar o anular derechos, obligaciones, relaciones instituciones, órganos, organizaciones o reglas de carácter internacional según cita del texto. Derecho Internacional público, tomo III, página 334, y explicar la razón por la que una persona jurídica internacional pública debe ser tomada como una sociedad civilizada humana, soberana de un territorio y con un gobierno organizado de sí mismo teniendo con sus funciones esenciales exteriores con representación internacional.

El referido estudio nos describe parte del libro blanco, páginas 14 y 64, que por su interés cito así.

La única alternativa que queda a la república de Guatemala es apelar a la conciencia de las Naciones civilizadas para protestar en contra de Gran Bretaña por su proceder en contra de una pequeña y débil Nación. La Justicia no prescribe y ahora debemos apelar a esa justicia con entera fe en nuestro Derecho.

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