Ayer en la tarde se llevó a cabo una conferencia de prensa en el Ministerio Público por el caso conocido como El Bodegón en el que se presentaron las evidencias obtenidas en la investigación por una operación anómala en que se vio involucrada una estructura del gobierno del Partido Patriota.

No sería de extrañarnos que con el avance de las indagaciones por este proceso vayan apareciendo nuevos vinculados en lo que, aparentemente, es un caso de las dimensiones del de Terminal de Contenedores Quetzal por la cantidad de dinero que habría sido malversada.

Pero hay varios detalles que queremos mencionar. Primero, que nuevamente estamos ante un caso en que la corrupción y la avaricia de los políticos nos demuestran que no les importa, pero en lo más mínimo, la población guatemalteca. ¿Se pueden ustedes imaginar la maldad de quien decide importar granos que son dañinos incluso para los animales y distribuirlos entre los más necesitados con la excusa de hacer dinero? El alto riesgo en que se puso a la población con este tipo de acciones, debería ser considerado como un delito de lesa humanidad.

Y, segundo, nos deja claro que los avances que se han dado a nivel del Ministerio Público invitan al optimismo porque este es un caso que ha sido manejado por la fiscalía y se nota, nuevamente, la eficiencia en el trabajo que terminó muy bien coordinado con las autoridades de Gobernación.

Desde hace ya varios meses, hemos visto cómo es que el trabajo en contra de esas megaestructuras que operan las extorsiones y otros casos por hechos individuales, se han ido trabajando y judicializando de manera adecuada.

Es muy importante ver que poco a poco estamos acostumbrándonos a que la justicia se aplica y punto. Hace algunos años, conocer el caso de un negocio como el que se anunció ayer, hubiera sido como para paralizar al Estado. Hoy en día, el problema que tenemos es que la sociedad parece que no se inmuta ante la podredumbre con que nos hemos acostumbrado a vivir.

Nadie hubiera predicho los avances logrados, y es claro que el acompañamiento de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala que dio a las instituciones está mostrando sus frutos, y que poco a poco los métodos de especialización en la investigación están jugando un rol de mucha importancia en la lucha contra la impunidad.

Por ahora, será de no dejar que factores externos como las amenazas, campañas de desprestigio o intereses políticos de quienes se sienten amenazados, afecten los resultados que la justicia está obteniendo.

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