Fernando Mollinedo C.

El propósito del presente artículo es ALERTAR a la comunidad educativa para CONSERVAR la vida estudiantil, formativa y productiva de los estudiantes del Instituto Técnico Vocacional “Dr. Imrich Fischmann”. ACLARO que no es una pelea contra las actuales autoridades educativas, no tiene trasfondo político, ni pretende desestabilizar a nadie y mucho menos entrar en polémica con personas que no tienen el suficiente conocimiento de la educación técnica industrial en Guatemala.

El Instituto fue creado en 1958 con auspicio tecnológico de Estados Unidos de América, iniciativa privada y Gobierno de Guatemala con el fin de formar personas técnicas en diferentes disciplinas industriales y cultura general, que les permitió elevar su calidad de vida, ingreso económico, desarrollo profesional laboral y su incorporación a la educación universitaria.

Para ello se creó la carrera de BACHILLER INDUSTRIAL y PERITO EN UNA ESPECIALIDAD para proporcionar al sector industrial de Guatemala, trabajadores técnicos que conocieran y entendieran con base científica la tarea diaria razonada por sus causas y efectos; es decir, un proceso científico y no empírico de solo hacer por hacer una actividad en calidad de robot automatizado.

Los programas técnicos y académicos diseñados, creados y estructurados por personas que SÍ ENTENDIERON los fines educativos inmediatos, mediatos y teleológicos de la EDUCACIÓN TÉCNICA INDUSTRIAL, tuvieron experiencia nacional e internacional que ayudaron a Guatemala en la creación de TRECE DISCIPLINAS TÉCNICAS INDUSTRIALES y su carrera de BACHILLERATO INDUSTRIAL, ES DECIR, EDUCACIÓN INDIVIDUALIZADA (3 años de estudio) con sus 36 cursos contra los 12 de un Bachillerato en Ciencias y Letras.

Anteriores autoridades educativas pretendieron cambiar el sistema en el Instituto; incontables fueron los intentos por hacerlo y me alegra que no lo hayan logrado; porque quienes lo pretendieron fueron personas sin la menor idea de lo que es la educación y mucho menos la técnica industrial, pues la semejan a la educación académica tradicional (aula y magister dixie), lo cual es equivocado.

Sugiero a las autoridades educativas actuales, que en vez de cambiar otra vez el sistema educativo en el Instituto “Fischmann”, encuentren la forma efectiva de RESCATARLO apoyando a su cuerpo docente y brindándoles a los alumnos las condiciones educativas para que su formación técnica-académica la reciban sin la amenaza de suprimir en forma parcial su contenido.

Suprimir el Bachillerato Industrial equivaldría a formar técnicos sin el respaldo académico de un bachillerato muy sólido y especializado, por lo cual no debe eliminarse. Lo que sí es factible es revisar los pensa de estudios y actualizarlos para brindar aún más una cultura general adecuada a la realidad guatemalteca.

Los fines educativos perseguidos se lograron a través del tiempo con el éxito de miles de jóvenes quienes lo demostraron en su desempeño social y profesional en el área industrial y carreras universitarias; es decir, que el producto humano egresado del Instituto SI LLENÓ su cometido al servicio de la sociedad guatemalteca.

Artículo anterior“Los migrantes y las votaciones norteamericanas”
Artículo siguienteLa Bonificación Incentivo y sus efectos en el salario e impuestos y contribuciones (Parte I)