Han llamado la atención las posturas de varios Ministros de Estado que han salido a apoyar y alabar de una manera lambiscona al presidente de la República, Jimmy Morales, ante las investigaciones a su hijo y su hermano, José Manuel y Samy Morales, por sus vínculos con el caso del Botín en el Registro de la Propiedad y Anabella De León.

Hay que recordar que el mandatario salió a informar que existía dicha investigación la semana pasada, cuando era inevitable que la sociedad se enterara de dicho caso, invalidando el argumento de la valentía que algunos esgrimen al ordenar a su Gabinete que le apoyen de la manera tan arrastrada en que lo han hecho.

Valentía del padre y hermano de los investigados sería dar la cara sobre el hecho y recordar que su principal tarea era enfrentar esas estructuras corruptas que secuestran institucionalmente al Estado, pero resulta que, como parece ya claro, su entorno y posiblemente hasta él ha sido parte de ellas.

Dentro de los Ministros que han salido a dar ese apoyo tan irracional están dos que llaman la atención más que los otros. Primero, el de la Defensa Nacional que ahora dice que fue a título personal, pero que en el documento hecho público casi pone incondicionalmente a disposición del padre de un investigado de caso penal a la institución armada. El Ejército que no necesita de más desprestigio, se ve nuevamente cuestionado por esa decisión “personal” del general Williams Mansilla que lo viene a pintar no como una institución seria del Estado, sino como una manada de porristas del cuestionado “¿Ni corrupto, ni ladrón?”. Mansilla, hay que recordar, fue por años el jefe de la Guardia Presidencial del gobierno del Partido Patriota y el último ministro de la Defensa (conocedor de secretos) de dicha administración.

El otro, es el ministro de Cultura y Deportes José Luis Chea Urruela, recordado porque en su cartera se hacen negocios hasta comprando trompos y a lo mejor chajaleles. Recordemos que Chea ha sido de aquellos personajes que se mantienen enquistados en el Estado, y ha sido parte de todos los gobiernos que han sido albañiles de ese muro de impunidad que nos ha tocado batallar.

Chea fue comisionado Presidencial del gobierno pasado, nombrado por el Ministerio de Relaciones Exteriores, y encargado de gestionar negocios en un gobierno en el que ya sabemos qué significaba “negocio”.

Con estos antecedentes, lo mejor que les podría haber dicho cualquiera era “no me defiendas compadre”, porque el apoyo de personajes como tales, viene a poner en vitrina la calidad de gente que nos gobierna.

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