Roberto Arias

Las vías informáticas que tiene a su servicio el presidente de cualquier país del mundo son altamente eficientes y efectivas. Desde cualquier punto, el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, obtuvo la información anticipada que su hermano y su hijo están siendo investigados por la CICIG y el MP por un caso de corrupción con Anabella de León, siendo ella la Registradora del Registro General de la Propiedad en Guatemala y el restaurante Fulanos y Menganos de Gilmar Othmar Sánchez.

De manera inmediata el presidente Morales llamó a su hijo del extranjero para que viniera a dar las explicaciones pertinentes ante la justicia guatemalteca, lo cual requiere de mucho valor, idoneidad, profundo deseo de transparencia y respeto hacia el pueblo de Guatemala. Dio la cara junto a su esposa… con dignidad.

Las llamadas “redes sociales” y algunos medios de comunicación se atragantaron con la noticia, especialmente dos canales de “noticias” por cable que tienen, según lo anuncian ellos, “Los mejores analistas”… pero a favor de la corrupta exmujer de Colom –Sandra Torres– y de la UNE, con quien casi con seguridad ya tenían contratos espurios “ganados” por saber qué cantidad de millones de dólares y la corrupta perdió ante una población enardecida. El condueño-director de uno de los canales anda en fuga por los EE. UU., prófugo por la alta corrupción con Otto Pérez y su banda del crimen organizado incrustada en el poder.

Cuando ocurrió el incidente del cual señalan al hermano y al hijo de Jimmy Morales, gobernaba el mal recordado Alejandro Maldonado Aguirre. Jimmy Morales no era el presidente de Guatemala.

Más parece que Gilmar Othman Sánchez, dueño de Fulanos y Menganos, hizo el movimiento con Anabella de León para sustraer dinero del Registro de la Propiedad y darles a crédito canastas navideñas al hermano e hijo del futuro presidente, para regalarles a los del partido que lo llevó a él al Parlacen. No era primer negocio que hacía Fulanos y Menganos con el gobierno. Según investigación del Diario La Hora 14 09 16, pág. 2; Sánchez recibió contratos con el Estado por cerca de 19 millones de quetzales en comidas en concomitancia con personas de la familia Alcázar, bajo la administración de Otto Pérez y Baldetti.

Más veo en toda la parafernalia contra Jimmy Morales, una conspiración por oscurantistas fuerzas paralelas y crimen organizado con el fin de minar el camino de la presidencia de la República, porque parece llevar derroteros que no son convenientes para la vieja política que está al acecho, obviamente de la mano con ciertos medios de comunicación que, hasta ahora, han perdido millones de dólares en jugosos y fraudulentos contratos que no se llevaron a cabo.

Q90 mil suman unos 12 mil dólares para canastas navideñas. Nadie tomó dinero para enriquecerse y esto me reafirma lo que me comentó un probo médico amigo mío: Esta fue una estúpida inocentada por no tener recursos propios del partido, aunque técnicamente es indebido. Corrupción es que se hubieran embolsado unos cuantos millones de dólares… como la vieja política.

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